lunes, 18 de abril de 2011

La inteligencia emocional es clave para el éxito y la felicidad

Howard Gardner, psicólogo, actual profesor de la Escuela de Graduados de la Universidad de Harvard, que ha recibido numerosos títulos honoríficos de universidades alrededor del mundo, en 1980 estableció su teoría de inteligencias múltiples; en su libro Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences (Estructuras de la Mente: La teoría de las inteligencias múltiples), indicó que existen ocho tipos diferentes de inteligencia, distintas e independientes pero relacionadas entre sí.

Los tipos de inteligencia, según Gardner, son: lingüística o verbal, espacial, lógica-matemática, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Gardner, en su teoría, igualmente indica que la inteligencia se puede desarrollar y no es algo innato e inamovible.

Daniel Goleman, Ph.D., psicólogo, también de Harvard, en su libro Emotional Intelligence (Inteligencia Emocional), publicado en 1995, que se convirtió en un Bestseller, popularizó el término de inteligencia emocional (IE).

La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer nuestras propias emociones, comprender su significado y entender que las emociones de uno mismo afectan a las personas que están a nuestro alrededor. La inteligencia emocional también involucra la percepción que se tiene de otras personas y que cuando se entiende lo que las otras personas sienten nos permite manejar nuestras relaciones de una manera más efectiva.

Tanto Gadner como Goleman coinciden que nosotros tenemos varias inteligencias, que generalmente una o más de una están más desarrolladas que otras y que nosotros podemos desarrollarlas conscientemente para vivir la vida con más plenitud.

Este artículo trata sobre la importancia de la inteligencia emocional para lograr el éxito y la felicidad. Las personas con IE desarrollada generalmente logran las metas que se proponen porque tienen en cuenta, fundamentalmente, la importancia de las relaciones interpersonales en la vida.

Según Goleman la IE tiene los siguientes elementos: conocimiento de sí mismo, control de sí mismo, automotivación, empatía y sociabilidad. La IE es clave para tener éxito y lograr la felicidad.

El conocimiento de sí mismo es importante ya que nos permite conocer nuestras emociones y manejarlas de acuerdo a la situación y no permite que nuestras emociones dirijan nuestras vidas. Nos permite incrementar nuestra confianza en nosotros mismo. Nos permite, asimismo, conocer nuestras fortalezas y debilidades para trabajar sobre ellas.

El control de nosotros mismos, o autocontrol, nos permite controlar nuestras emociones e impulsos. Nos permite pensar antes de actuar para no actuar en forma impulsiva. Nos permite controlar nuestra ira o nuestras reacciones ante situaciones imprevistas o desagradables. Nos permite actuar en forma reflexiva, íntegra, aceptar el cambio con comodidad y nos permite decir no cuando no estamos de acuerdo.

La automotivación es fundamental para ser proactivos, establecer metas y planes hasta lograr lo que nos hemos propuesto. Nos permite establecer metas a corto, mediano y largo plazo así como aceptar resultados parciales sin perder de vista nuestros grandes objetivos.

La empatía quizás sea el segundo elemento más importante de la IE. La empatía es la habilidad de identificar y entender los puntos de vista, necesidades y lo que quieren las personas que están alrededor de nosotros. La empatía es sumamente importante para las buenas relaciones con nuestro cónyuge, hijos, familiares, amigos y colegas. Con empatía tendremos la capacidad real de escuchar a las otras personas y comprenderlas. Con adecuada empatía no seremos propensos a juzgar rápidamente a las otras personas.

La sociabilidad es la habilidad para tener buenas relaciones con otras personas. Generalmente permite tener buena comunicación con otras personas y aptitud para trabajar en equipo.

Conscientemente debemos desarrollar estas habilidades para tener la adecuada IE que nos permita tener éxito en nuestras relaciones personales y familiares así como en el trabajo. Para ser un buen líder se debe tener una IE desarrollada.

Daniel Goleman expresa: "Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad".

Las personas con elevada inteligencia emocional suelen ser socialmente equilibradas, extrovertidas, alegres, sin preocupaciones, con capacidad para comprometerse con las causas y las personas, adoptan responsabilidades, tienen vida emocional apropiada, se sienten contentas con ellas mismas, con sus semejantes y con el entorno social donde actúan.

En resumen se puede decir que la inteligencia emocional enfatiza la importancia de las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona cuando se enfrenta a momentos difíciles y tareas importantes y que es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos. La inteligencia emocional es uno de los factores más importantes que contribuyen al éxito personal y profesional; determina la calidad de las relaciones humanas y la productividad. Debemos, por lo tanto, desarrollar nuestra inteligencia emocional para hacer uso al máximo de nuestro potencial, lograr el éxito y la felicidad y así vivir la vida a plenitud.

sábado, 2 de abril de 2011

¡Seamos Optimistas!

William James, filósofo del pragmatismo y psicólogo estadounidense expresó: “el más grande descubrimiento de mi generación es que el ser humano puede alterar su vida si altera la actitud de su mente”.

Charles R. Swindoll, notable pastor y autor de más 30 libros, una vez manifestó: “Cuanto más tiempo vivo, más me doy cuenta del impacto de la actitud en la vida. La actitud, para mí, es más importante que los hechos. Es más importante que el pasado, que la educación, que las circunstancias, que los fracasos, que el éxito, que lo que otras personas piensen o hagan. Es más importante que la apariencia, inteligencia o las habilidades. Puede hacer o destruir una compañía o un hogar. Lo más importante es que todos tenemos la posibilidad de elegir cada día con respecto a la actitud que vamos a tener durante ese día. Nosotros no podemos cambiar el hecho de cómo actuarán otras personas ante algún evento. Nosotros no podemos cambiar lo inevitable. Pero sí podemos hacer uso de lo que tenemos. Lo único que sí podemos tener control es sobre nuestra actitud. Estoy convencido que la vida es el 10 por ciento de lo que me sucede y el 90 por ciento de la forma cómo reacciono ante esos eventos. Y, por supuesto, también lo es para usted. Nosotros tenemos control sobre nuestra actitud”.

Por lo tanto, nosotros tenemos total control sobre nuestra actitud. Nosotros podemos elegir ser optimistas o pesimistas. El optimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable y el pesimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable.

Hay numerosos estudios que muestran que los optimistas viven más tiempo así como también que el optimismo puede extender nuestra vida. “Los optimistas tratarán de evitar y escapar de los eventos negativos” y que “las personas optimistas son más felices que los pesimistas”, dice Martin E.P. Seligman, psicólogo de la Universidad de Pennsylvania. La Dra. Becca Levy, psicóloga social de la Universidad de Yale, expresa que tuvo gran sorpresa de encontrar que una característica psicológica como la felicidad puede ser un indicador de la longitud de la vida. Las investigaciones sobre este tema también concluyen que el optimismo contribuye a la buena salud y el pesimismo contribuye a la enfermedad.

El optimismo y el pesimismo, básicamente, son actitudes. Las actitudes forman toda nuestra existencia. Nuestro optimismo o pesimismo define la manera cómo interpretamos el pasado; la manera cómo experimentamos y vemos el presente; y la manera como imaginamos nuestro futuro.

Gottfried Wilhelm Leibniz, matemático y filósofo alemán (Siglo XVII), que desarrolló el cálculo infinitesimal y redefinió el sistema binario numérico, base de la computación digital, como filósofo se caracterizó por su optimismo y sobre la importancia del optimismo en nuestras vidas.

A continuación indico algunas de las diferencias entre el optimismo y el pesimismo.
 El optimismo inspira vida cada día; mientras que el pesimismo desanima y desalienta.

 El optimismo le ayuda a tomas riesgos; mientras que el pesimismo busca la total seguridad y nunca se logra mucho.

 El optimismo mejora a todos los que están a su alrededor; mientras que el pesimismo los deprime.

 El optimismo inspira a las personas a realizarse y a lograr grandes cosas; el pesimismo disminuye las aspiraciones de las personas.

 El optimismo y el pesimismo son iguales ya que ambos son profecías que tienen la tendencia a realizarse por sí mismas. Si usted es un optimista, encontrará que continuamente le suceden cosas buenas. Y, si es un pesimista, seguramente se encontrará a menudo en situaciones que no son tan buenas.

Nosotros tenemos la capacidad de elegir, en todo momento, en pensar en lo peor que puede pasar o pensar en las buenas cosas en cada situación. El optimismo es una fuerza en la vida. El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar los obstáculos y dificultades con buen ánimo, nos permite descubrir lo positivo de las personas y las circunstancias, realza la confianza en nosotros mismos y nos permite continuar con perseverancia hasta lograr las metas que nos hemos propuesto.

¿Qué podemos pensar sobre ese clásico ejemplo, si el vaso está medio vacío o medio lleno? Parecería que la mejor respuesta es que el vaso está medio lleno y medio vacío; pero nosotros estamos mejor si pensamos que el vaso está medio lleno.

En conclusión, nosotros podemos elegir ser optimistas y positivos para tener una vida más saludable, más activa, lograr más, ser felices y disfrutar plenamente durante toda nuestra maravillosa jornada en este hermoso mundo. ¡Seamos optimistas!