domingo, 15 de enero de 2012

Nuestros sueños y metas

El extraordinario privilegio que tenemos todos los seres humanos es de tener un deseo permanente e inextinguible de soñar en tener una mejor vida para nosotros y nuestros seres queridos y la habilidad de establecer metas para vivir de acuerdo a nuestros sueños. Pensemos por un instante, quién de nosotros, en algún momento de esta extraordinaria jornada por este maravilloso mundo, no ha pensado, dentro de lo más profundo de nuestros corazones tener una mejor vida para nosotros y nuestras familias; quién no ha soñado en tener más ingresos y en tener una mejor vida emocional y espiritual. Lo que es aún más potente es que todos nosotros tenemos la habilidad no solo de soñar sino de actuar para lograrlo; en otras palabras tenemos la habilidad consciente de establecer nuestras metas y de fijar las estrategias para convertir en realidad esos sueños. Es la autorrealización personal a que se refiere Abraham Maslow en su teoría sobre la motivación humana.

El inicio de un nuevo año calendario es la ocasión precisa para hacernos un autoanálisis y preguntarnos ¿cuáles son realmente nuestros sueños y metas? No es, por si acaso, lo que ya hemos logrado o realizado sino qué es lo que queremos, en las diferentes áreas de la vida, de hoy en adelante. Seamos sinceros con nosotros mismos ¿nos hemos sentado a pensar sobre nuestros valores personales y sobre lo que realmente queremos lograr en el futuro? ¿Hemos dedicado a tiempo para reflexionar sobre nuestras vidas y hemos escuchado realmente a nuestros corazones para clarificar los sueños que tenemos dentro de nosotros mismos? Sus sueños, como los míos, están ahí. Todos tenemos sueños y aspiraciones de superación personal. Pueden estar muy accesibles o estar profundamente dentro de nosotros quizás porque alguien nos haya dicho que nuestros sueños no son realizables.

Mihaly Csikszentmihalyi, profesor de psicología de origen húngaro, en su obra Flow: The Psychology of Optimal Experience , expresa: “Para bien o para mal, nuestro futuro estará determinado en gran parte por nuestros sueños y por el esfuerzo de hacerlos real”.

La gran pregunta puede ser ¿cómo sabemos realmente cuáles son nuestros sueños? Los expertos dicen que es un proceso relacionado principalmente con el arte de escuchar. No de escuchar a otros, sino de escucharse a sí mismo. Si escuchamos lo que otros dicen podríamos estar trabajando en los sueños de las otras personas y no en los nuestros. El quid del asunto es escuchar a nuestros propios corazones.

Veamos algunas etapas prácticas para realmente escuchar a nuestros corazones con la finalidad de determinar con la mayor precisión posible cuáles son nuestros sueños.
Hay que tomarse el tiempo para estar tranquilo. Con las actividades diarias que tenemos, cuando el tiempo parece que vuela, la mayoría de las veces no dedicamos un tiempo de tranquilidad para reflexionar. Hagamos un esfuerzo para estar solos, para poder estar con nuestros pensamientos sin las interrupciones del teléfono celular, los emails o de personas. Sólo usted con sus pensamientos con papel y lápiz.

Piense en lo que realmente lo emociona y motiva. ¿Qué es lo que usted realmente quisiera hacer para vivir o como distracción? ¿Qué es lo quisiera lograr? ¿Qué trataría de hacer si tuviese la garantía de tener éxito? ¿Qué grandes pensamientos hacen que su corazón palpite con mayor fuerza? Cuando usted puede responder a estas preguntas sintiéndose bien es que puede precisar cuáles son realmente sus sueños.

Escriba todos los sueños que tenga. En este momento no haga ninguna evaluación o crítica de sus sueños. Recuerde, en esta etapa – muy importante – usted está soñando. Deje libre a su imaginación, piense en grande y no se limite usted mismo con alguna restricción.

El siguiente paso es establecer prioridad a sus sueños. ¿Cuál es el más importante? ¿Cuál es más fácil de realizar? ¿Cuál es el que más le gustaría lograr? Luego establezca el orden en que usted actuará para lograrlos. Es sólo mediante la acción que usted logrará alcanzar sus metas.

Acción. Atrévase a convertir sus sueños en realidad mediante la acción sostenida, con entusiasmo, confianza en usted mismo, perseverancia e indesmayable tenacidad para alcanzar las metas que usted mismo se ha fijado sin tener en cuenta las opiniones de otras personas y superando los obstáculos que se le presentarán en el camino. Aquellos que sueñan y se proponen convertirlos en realidad son los que alcanzan el éxito y la felicidad durante la jornada de la vida.

William James, psicólogo y filósofo estadounidense, expresa: “la acción puede no llevar a la felicidad, pero no es posible la felicidad sin acción”.

Con metas claramente definidas haga del Año 2012 el mejor año de su vida. ¡Sí se puede!

“¡Todo lo que vívidamente se imagine, desee con fervor, crea con sinceridad y actúe con entusiasmo, inevitablemente sucederá!” – Paul J. Meyer.

lunes, 2 de enero de 2012

Hacia el éxito y la felicidad

El término de un año calendario y el inicio de otro es una magnífica ocasión para hacernos un examen de las metas que hemos logrado, evaluar los resultados y ver el futuro con optimismo pensando que lo mejor de nosotros mismos está siempre por delante y que podemos realizar nuestros sueños durante nuestra travesía por esta jornada de la vida.

Lo que está en el pasado, en el pasado está y no podemos hacer nada, absolutamente nada para modificar lo que quedó en el ayer. El pasado solo nos debe servir para rememorar lo bueno que hemos logrado y para sacar las enseñanzas para hacer hoy lo mejor de lo que podamos hacer. La excelencia en todos nuestros actos debe ser nuestro objetivo permanente.

Todos nosotros, sin ninguna excepción, disponemos cada día, del mismo número de horas, minutos y segundos. El tiempo es un don maravilloso. El tiempo es vida. Si administramos nuestro tiempo estamos administrando nuestra vida. El tiempo que disponemos es nuestra propia vida. Si malgastamos nuestro tiempo estamos desperdiciando nuestra vida.

¿Qué podemos hacer con este maravilloso don que es la vida misma? Depende sólo de nosotros. Podemos hacer uso correcto de este maravilloso don y crecer tan alto como la más alta de las montañas, o podemos malgastarlo y empequeñecernos hasta el tamaño de un grano de arena.

¿Cuál es nuestra misión en la vida? ¿Cuál es nuestra responsabilidad en la vida? Creo que nuestra misión personal es vivir la vida a plenitud dando de sí lo mejor que podamos. Y nuestra principal responsabilidad es dejar este mundo algo mejor de lo que lo encontramos. Por eso, cada uno de nosotros debemos fijarnos una misión personal de acuerdo a nuestros propios valores y principios. Cada persona es un ser único y diferente. Lo que sí es común es que la vida merece la pena de ser vivida plenamente. Todos debemos disfrutar al máximo del don maravilloso de la vida usando el enorme potencial que tenemos. Todos debemos buscar el éxito y la felicidad.

¿Qué es el éxito? Aunque hay muchas definiciones de éxito, para mí, una de las más completas es: El éxito es la realización de metas personales, de valor, y que han sido predeterminadas. Por lo tanto, el éxito está directamente relacionado con lo que nos proponemos lograr en la vida.

¿Qué es la felicidad? Es el estado de ánimo que se tiene cuando se cree que se ha alcanzado una meta. La felicidad, como lo dijo Aristóteles en Etica a Nicómaco hace más de dos mil años, es el supremo bien y es tan importante que todo el resto es sólo un medio para alcanzarla. En la Declaración de Independencia de Estados Unidos de América se expresa que la búsqueda de la felicidad es un derecho humano.

Tanto el éxito como la felicidad están directamente relacionados con las metas que nos fijemos en la vida. Depende únicamente de cada persona el lograr lo mejor de esta vida. Está en nosotros, en nuestro interior, en nuestro espíritu, en nosotros mismos, aquella fuerza extraordinaria que nos puede llevar al éxito y a la felicidad.

Nosotros obtendremos de la vida exactamente lo que hemos puesto en ella. Cuando hay buenos sentimientos, buenos pensamientos, esfuerzos constructivos y buenos actos, recibiremos, sin duda alguna, algo semejante, “porque el hombre recoge lo que ha sembrado”.

Entre los rasgos comunes que se encuentran entre las personas que han logrado el
éxito y la felicidad están el tener una mente clara, fe, confianza en sí mismos, autoestima, control de sus vidas, optimismo, sólidas relaciones familiares, buenas relaciones de amigos y de trabajo, trabajo interesante, distracciones saludables y un propósito definido en la vida.

Para lograr el éxito y la felicidad debemos tener metas en las diferentes áreas de la vida para así vivir la vida a plenitud. Sí podemos lograr el éxito y la felicidad en esta vida. Depende de nosotros y de nadie más.