domingo, 19 de febrero de 2012

La Resiliencia es necesaria para el desarrollo personal

Con relación a mi artículo Debemos desarrollar resiliencia para tener éxito, recibí varios comentarios y pedidos de mayor aclaración sobre este término relativamente nuevo.

Resiliencia, en psicología, es la capacidad de la persona de asumir con flexibilidad situaciones límites y sobreponerse a ellas. Por lo tanto, resiliencia es nuestra habilidad de adaptación y de reacción favorable cuando las cosas no nos salen como las hemos planeado o a pesar de las condiciones difíciles que se nos puedan presentar durante la vida. La resiliencia nos da la capacidad de sobreponernos a las dificultades que enfrentemos durante nuestra jornada en la vida.

Michel Manciaux, en su libro La resiliencia: resistir y rehacerse, en su primer capítulo Resiliencia ¿mito o realidad? expresa: “a pesar de traumas graves o desgracias comunes, hay muchos testimonios de niños, adolescentes, familias y comunidades que sobrellevan estas crisis, pruebas o rupturas, con recursos insospechados y logran llevar una vida exitosa”. La resiliencia es la capacidad de ajustarse ante una adversidad. Es una forma de salud mental.

En este libro de Manciaux se destaca la aplicación del criterio de resiliencia en el campo geriátrico y en la asistencia a minusválidos así como ofrece pautas con el fin de fortalecer en las personas su dignidad humana esencial y el coraje de construirse, pese a todo, un futuro que compensa alguna adversidad del pasado. Hay contribuciones de 25 autores, psicólogos, psicoterapeutas, neuropsiquiatras, maestros e investigadores.

Los estudios de psicología positiva indican que las personas con mayor capacidad de resiliencia tienen una alta autoestima, confianza, optimismo, autocontrol, perseverancia, amplio sentido del humor, sensación de libertad, independencia y autonomía, gran capacidad de reflexión y análisis, vida espiritual profunda y asumen responsabilidad ante los demás.

La persona con resiliencia es aquella que sabe aprovechar los embates de la vida para salir airosa de cualquier dificultad usando sus propios recursos. Es la capacidad por excelencia de los grandes líderes.

Hay un proverbio chino, muy antiguo, sobre la resiliencia, que dice: “Abundantes beneficios esperan a quienes descubren el secreto de encontrar la oportunidad en la crisis”.

El caso, posiblemente más extraordinario e impactante, de lo que es el poder de resiliencia es el de Nick Vujicic, que nació en 1982 en Melbourne, Australia, sin brazos y sin piernas. Nick Vujicic vive actualmente en California, Estados Unidos. Nick, con la ayuda de sus padres, ha logrado realizar lo que muchos no logran en sus vidas. Después de terminar sus estudios escolares ingresó a la universidad y obtuvo el bachillerato en contabilidad y finanzas.

A los 19 años dictó su primera conferencia de motivación y a la fecha es un experto motivador. Nick acepta los continuos retos que se le presentan con un gran sentido del humor, perseverancia y fe. El mensaje de Nick, en todas sus charlas de motivación, sea a empresarios o a alumnos de secundaria, es el mismo: “Es un mensaje de esperanza, es un mensaje de autoestima. Menciona las tres claves en la vida: la verdad de valor de la persona, la verdad de su propósito en la vida y la verdad sobre su destino”.

En sus charlas de motivación reta a todos los asistentes a que realicen sus más grandes sueños. Nick Vujicic es una gran inspiración y nos demuestra de manera impresionante y real que podemos sobreponernos a cualquier adversidad. Nick Vujicic es presidente de una organización sin fines de lucro, tiene su propia compañía de motivación, Attitude is Altitude (Actitud es Altitud). Nick ha viajado alrededor del mundo compartiendo su historia con millones de personas inspirando y alentando a vivir la vida a plenitud. En su libro Life Without Limits (Vida sin límites) expresa: “Si es que fallo, trato otra vez, y otra vez y otra vez”.

Es difícil, en mi opinión, encontrar un mejor ejemplo de lo que es la resiliencia. Con resiliencia estaremos en condiciones de reaccionar favorablemente ante cualquier fracaso y tendremos la fuerza necesaria para reconocer la situación, aprender las lecciones de nuestros errores, sacar experiencias y continuar con férrea determinación y firmeza teniendo en mente nuestras metas en la vida.

La resiliencia no es algo que se tiene o no se tiene. Es una característica que se puede desarrollar. Se puede desarrollar al ser conscientes de los propios sentimientos, de la actitud positiva ante la vida, al practicar el sentido del humor, con perseverancia, espiritualidad y control así como teniendo metas claramente definidas en las diferentes áreas de la vida que nos ayudarán a estar permanentemente automotivados.

Hay que desarrollar el control que podemos tener sobre nuestra actitud y nuestras emociones. Es sumamente importante que desarrollemos nuestra resiliencia para tener el coraje de no abandonar nuestros propósitos y de tratar, una y otra vez y otra vez, con tesón, sin miedo al fracaso para conseguir lo que nos propongamos.

La resiliencia es necesaria para el desarrollo personal, para vivir la vida a plenitud y para lograr el éxito y la felicidad.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Autoestima

La valorización positiva de uno mismo es clave para el desarrollo personal hacia la autorrealización. La autoestima es el conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones y sentimientos dirigidos hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y a nuestro comportamiento. Es la percepción evaluativa de uno mismo. La autoestima es vital para alcanzar las metas. La buena imagen o autoestima que se tenga de uno mismo es importante en todas las actividades de la vida. Cuando una persona tiene una buena autoestima, tiene confianza en su mente y, por consiguiente, tiene confianza en las decisiones que toma y sabe que si actúa correctamente en función de sus metas merece alcanzar el éxito y la felicidad.

Nathaniel Branden, Ph.D., psicólogo y terapeuta en su libro The Six Pillars of Self-Esteem (Los seis pilares de la autoestima) expresa: “La imagen que la persona tiene de sí misma, ya sea alta o baja, tiende a ser un generador de una profecía que se cumple por sí misma”. El atleta estadounidense, Bruce Jenner, ganador de la medalla de oro de decatlón en las Olimpiadas de Montreal, en 1976, en su libro Finding the Champion Within, expresa: “He descubierto que nuestra actuación en la vida es un reflejo directo de la imagen que tenemos de nosotros mismos”.

El Dr. Abraham Maslow, autor de Jerarquía de las necesidades: Una teoría de la motivación humana, describe la necesidad de aprecio, que se divide en dos, el aprecio que se tiene uno mismo (amor propio, confianza, pericia, suficiencia) y el respeto y estimación que se recibe de otras personas (reconocimiento, aceptación). Según Maslow, “la expresión de aprecio más sana es la que se manifiesta en el respeto que le merecemos a otros”.

En general se puede decir que hay tres grados de autoestima: autoestima alta, baja autoestima y un término medio de autoestima.

Tener una autoestima alta es sentirse confiadamente apto para la vida, sentirse capaz y valioso, o sentirse acertado como persona.

Tener una baja autoestima es cuando la persona no se siente en disposición para la vida, se siente equivocado como persona. Muchas veces esta situación se presenta cuando la persona está bajo la influencia de una relación abusiva o cuando se está bajo la influencia de alguien que quiere ejercer un control desmedido. También cuando una persona se siente rechazada ante alguna relación interpersonal que se rompe por causas como infidelidad, divorcio, separación o pérdida de una amistad, o pérdida de trabajo. Estas situaciones pueden originar que la persona se cuestione a sí misma.

Tener un término medio de autoestima es cuando se oscila entre los dos estados indicados anteriormente. Es cuando una persona a veces se siente útil y otras inapta, acertada y equivocada y por lo tanto manifiesta ciertas incongruencias de conducta que conlleva a la inseguridad de la persona.

Lo importante es desarrollar una autoestima positiva ya que nos permite enfrentarnos a la vida con mayor confianza, optimismo y poder así lograr con más facilidad las metas que nos tracemos para lograr una autorrealización.

Por lo tanto, debemos desarrollar la autoestima para tener la capacidad de ser felices. Mediante la autoestima positiva tendremos el convencimiento que merecemos la felicidad. Comprender esto es fundamental para nuestro desarrollo ya que con autoestima positiva tendremos más capacidad para tratar a los demás con respeto, benevolencia y buena voluntad y nuestras relaciones interpersonales serán enriquecedoras y lograremos una armonía que beneficiará a todos.

El Dr. Maslow expresa: “es imposible la salud psicológica a no ser que lo esencial de la persona sea fundamentalmente aceptado, amado y respetado por otros y por ella misma”.

Erich Fromm, psicólogo y filósofo germano-estadounidense, expresa: “El amor a los demás y el amor a nosotros mismos no son alternativas opuestas. Todo lo contrario, una actitud de amor hacia sí mismos se halla en todos aquellos que son capaces de amar a los demás”.

Algunos indicadores de la persona que tiene autoestima positiva se describen a continuación:
• Creer con firmeza en ciertos valores y principios. Respetar las normas de convivencia aceptadas.
• Capaz de obrar según crea más acertado, con confianza en su propio criterio.
• No pierde el tiempo preocupándose por lo que haya ocurrido en el pasado ni por lo que pueda ocurrir en el futuro. Aprende del pasado, proyecta el futuro y vive con intensidad el presente.
• Confía en su capacidad para resolver sus propios problemas. Superar los obstáculos que encuentre y pedir ayuda en caso lo requiera.
• Se considera sencillamente igual a cualquier otra persona. Reconoce diferencias existentes.
• No se deja manipular; pero dispuesta a colaborar.
• Capaz de disfrutar al hacer una variedad de actividades.
• Sensible a los sentimientos y necesidades de los demás.

Algunos de los indicios negativos de una deficiente autoestima son: Autocrítica excesiva. Hipersensibilidad a la crítica. Indecisión crónica. Deseo excesivo de complacer. Perfeccionismo. Culpabilidad excesiva. Irritabilidad y hostilidad. Tendencias defensivas. Pesimismo ante la vida.

Según Nathaniel Branden, “la autoestima es una experiencia íntima, que reside en el núcleo de nuestro ser. Es lo que uno, y no los demás, piensa y siente sobre sí mismo”.

Es decisivo para nuestro autodesarrollo personal y autorrealización ser conscientes que debemos en todo momento tener una autoestima positiva de nosotros mismos. Cada uno de nosotros es un ser único y no necesitamos compararnos con otras personas. Si en alguna circunstancia cometemos algún error, aceptémoslo, corrijamos el error y no volvamos a incurrir en lo mismo. Tener solo pensamientos positivos y cuando nos vengan pensamientos negativos debemos rechazarlos inmediatamente. Ser consciente de nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Aceptarnos tal cual somos. Aceptar responsabilidad por nuestros actos. Saber lo que podemos controlar y saber lo que está fuera de nuestro control. Aprender a vivir la vida a plenitud y disfrutar de lo bello y bueno. Tener sueños y hacer todo lo posible para convertirlos en realidad.

“No quieras ser otra cosa que lo que eres y trata de serlo a la perfección”. San Francisco de Sales.

La autoestima es indispensable para lograr el éxito y la felicidad.