martes, 30 de junio de 2015

El Credo del Optimista

El optimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable y el pesimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable.
Hay numerosas investigaciones sobre el optimismo que concluyen que el optimismo contribuye a la buena salud y puede extender nuestra vida, mientras que el pesimismo contribuye a la enfermedad.

El Dr. Martin E.P. Seligman, Ph.D., director del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pennsylvania, es considerado como el “fundador de la psicología positiva”, cuyo objetivo es contribuir que el mundo sea más feliz, autor de numerosos libros sobre la felicidad, resiliencia y bienestar. La Psicología Positiva es el estudio científico de las fortalezas que permiten a las personas y comunidades a prosperar. Se basa en la creencia que las personas quieren llevar una vida significativa y satisfactoria, que quieren cultivar lo mejor de ellas mismas y mejorar sus experiencias en el amor, trabajo y en el juego. El Dr. Seligman expresa: “Las personas optimistas son más felices que los pesimistas” y “Los optimistas tratarán de evitar y escapar de los eventos negativos”.

La Dra. Becca Levy, Ph.D., directora de la División de Ciencias Sociales y del Comportamiento, profesora de psicología de la Universidad de Yale, expresa: “que tuvo gran sorpresa de encontrar que una característica psicológica como la felicidad puede ser un indicador de la longitud de la vida”.

Nosotros tenemos la capacidad de elegir, en todo momento, en pensar en lo peor que puede pasar o pensar en las buenas cosas en cada situación. El optimismo es una fuerza en la vida. Es el valor que nos ayuda a enfrentar los obstáculos y dificultades con buen ánimo y que nos permite descubrir lo positivo de las personas y las circunstancias, realza la confianza en nosotros mismos y nos permite continuar con perseverancia hasta lograr las metas que nos hemos propuesto.

El optimismo y el pesimismo son iguales ya que ambos son profecías que tienen la tendencia a realizarse por sí mismas. Si usted es un optimista, encontrará que continuamente le suceden cosas buenas. Y, si es un pesimista, seguramente se encontrará a menudo en situaciones que no son tan buenas.

A continuación mencionaré El Credo del Optimista, cuyo autor es Christian Daa Larson, autor de varios libros sobre la importancia de la actitud así como la gran fuerza interna que tenemos todas las personas. The Optimist Creed fue publicado, en 1922, en su libro Your Forces and How to Use Them y ha sido utilizado para inspirar y motivar a jugadores así como a pacientes en hospitales.

Me Prometo a mí mismo:
*Ser tan fuerte, que nada pueda perturbar mi paz interior.
*Hablar de salud, felicidad y prosperidad a toda persona con la que me encuentre.
*Hacer sentir a mis amigos que hay algo maravilloso en cada uno de ellos.
*Mirar el lado bueno de todas las cosas y así hacer de mi optimismo una realidad.
*Pensar solo en lo mejor, trabajar solo por lo mejor y esperar solo lo mejor.
*Ser tan entusiasta por el éxito de los demás, como lo soy con el mío.
*Olvidar los errores del pasado y continuar hacia los grandes logros del futuro.
*Tener un semblante alegre en todo momento y regalarle una sonrisa a cada persona que conozca.
*Dedicar todo el tiempo a mejorarme a mí mismo, que no me dé tiempo para criticar a los demás.
*Ser demasiado grande para preocuparme, demasiado noble para tener cólera, demasiado fuerte para tener miedo y demasiado feliz para permitir la presencia de problemas.
*Pensar bien de mí mismo y proclamar este hecho al mundo no solo con palabras, sino con grandes acciones.


Pongamos en práctica El Credo del Optimista, de Christian D. Larson, para que nuestra actitud sea de optimismo con la finalidad de tener fe, pensamientos positivos y esperanza para que nuestra vida sea saludable y de bienestar, disfrutar plenamente de nuestra jornada en este maravilloso mundo y lograr ser felices.

martes, 16 de junio de 2015

Resiliencia emocional

La resiliencia emocional está siendo estudiada por psicólogos y psiquiatras para determinar por qué algunas personas son capaces de resistir y superar traumas o tragedias, grandes o pequeñas, mientras que otros les es difícil sobrellevar algún infortunio.

La resiliencia es la capacidad que tiene una persona de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que la persona desconocía hasta ese momento.

¿Qué significa resiliencia? Resiliencia, en psicología, es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límites y sobreponerse a ellas.

¿Qué es resiliencia emocional? La resiliencia emocional se refiere a la habilidad de la persona para adaptarse a situaciones estresantes o de crisis.

El Dr. Dennis Charney, profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Monte Sinaí ha realizado numerosos estudios sobre la resiliencia humana. En su libro Resilience: The Science of Mastering Life’s Gratest Challenges, coautor con el Dr. Steven Southwick, identifica algunos factores para desarrollar la resiliencia. La resiliencia es algo que se puede aprender y desarrollar.

El Dr. Steven Southwick, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, expresa que la resiliencia es un conjunto de habilidades que permite a las personas a superar situaciones estresantes. Estas habilidades se pueden desarrollar en forma consciente.

La Dra. Ann Masten, Ph.D., profesora de psicología infantil en la Universidad de Minnesota, investigadora de la resiliencia en niños concluye que aquellos que viven en un ambiente familiar de apoyo tienen mayor resiliencia que aquellos que carecen de ese soporte moral. Igualmente la Dra. Emmy E. Werner, Ph.D., profesora en la Universidad de California, en Davis, concluye que los niños que tienen una familia estable tienen una mayor resiliencia ante situaciones adversas.

Un ejemplo de lo que expresan la Dra. Masten y la Dra. Werner es el caso de Jennifer Bricker, hermana biológica de la gimnasta Dominique Moceanu (medalla de oro en las olimpiadas de 1996). Jennifer, nació sin piernas y sus padres biológicos la abandonaron el día que nació. Los padres adoptivos de Jennifer, Gerald y Sharon Bricker, la criaron como una niña normal, al igual que sus otros tres hijos, por lo que nunca se sintió disminuida por haber nacido sin piernas. En la actualidad Jennifer es gimnasta y acróbata y hace presentaciones alrededor del mundo. Jennifer expresa: “Espero inspirar y motivar a otros en creer que todo es realmente posible”. Jennifer es otro verdadero ejemplo de resiliencia y donde se aprecian los resultados del amor y apoyo moral familiar.

A continuación se indican algunas recomendaciones para poder desarrollar la resiliencia emocional que nos permitirá aceptar y superar situaciones estresantes o traumáticas, controlar las emociones y actitud para continuar en forma positiva y optimista en la vida.

• Ser positivo y optimista en todo momento. Siempre buscar el lado positivo de toda situación. Mantener una actitud positiva.
• Desarrollar la confianza en sí mismo para estar seguro que se podrá superar cualquier situación adversa o estresante.
• Establecer metas personales de valor en el corto, mediano y largo plazo, que sean realizables.
• Establecer límites claros en las actividades de trabajo y fuera del trabajo. Cuidar las relaciones con la familia y amigos.
• Dedicar tiempo para hacer ejercicio físico así como para relajarse.
• Cuanto se presente un problema, analizarlo, encontrar las posibles situaciones y actuar para resolverlo.
• Tomar decisiones después de haber analizado las diferentes opciones.
• Sacar enseñanzas de cualquier error para no repetir las acciones que conducen al error.
• Ser paciente con uno mismo y hacer siempre lo que se cree es correcto basado en sus propios valores.
• Rodearse siempre de personas positivas.
• Encontrar apoyo y sostenimiento moral.
• Ser flexible.

Para tener éxito en la vida debemos desarrollar nuestra capacidad de resiliencia emocional. La resiliencia nos da el poder, la capacidad de sobreponernos a las dificultades que enfrentemos para seguir y continuar con optimismo, viviendo nuestros sueños, hasta lograr las metas que nos hemos fijado.

La resiliencia emocional es una característica que se puede desarrollar al ser conscientes de los propios sentimientos, de la actitud ante la vida, con fuertes y saludables relaciones interpersonales, teniendo metas claras y precisas en las diferentes áreas de la vida, con optimismo, fe y confianza en sí mismo.

miércoles, 3 de junio de 2015

Importancia de nuestra actitud

Nuestra actitud diaria influye directamente en la forma de cómo nos comportamos ante las situaciones que se nos presentan en la vida y en los resultados que obtendremos. Nuestra actitud se forma en base a nuestras creencias, valores y pensamientos.
Nosotros somos lo que somos y estamos donde estamos debido a los pensamientos que dominan nuestra mente. La actitud es un hábito del pensamiento y los hábitos se pueden adquirir.

Con una adecuada actitud mental tendremos pensamientos positivos, constructivos, creativos, actuaremos con fe, esperanza, optimismo y motivación para fijarnos metas en todas las áreas de la vida y hacer todo lo que sea necesario, con perseverancia y determinación, para convertirlas en realidad.

Nuestra actitud es la que determinará nuestra calidad de vida. Nuestra actitud es la que fijará la grandiosidad de nuestros sueños y es la que nos permitirá enfrentar los riesgos inherentes ante toda nueva situación. Y lo más grande es que nosotros somos los únicos que tenemos total control sobre nuestra actitud.

Es muy probable que encontraremos personas que tratarán de influir negativamente sobre nuestra forma de pensar o actuar pero nadie tendrá el control sobre nuestra actitud.

Hay numerosos estudios que demuestran que la actitud es más importante que la aptitud. Una persona con muchas aptitudes si no tiene la actitud correcta no logrará nada significativo. La correcta actitud es primordial para lograr el éxito. Hay también estudios que concluyen que la actitud en las personas de éxito representa el 80 por ciento mientras que la aptitud sólo el 20 por ciento.

William James, psicólogo y filósofo estadounidense, después de una serie de estudios llegó a la conclusión que el ser humano puede alterar su vida modificando su actitud y expresó: “el gran descubrimiento de mi generación es que el ser humano puede modificar su vida cambiando las actitudes de su mente”.

Napoleón Hill, en su serie de libros The Law of Success (La Ley del Éxito) escribió: “Su actitud mental es algo que usted puede controlar y mediante autodisciplina usted puede crear una actitud mental positiva – su actitud mental atraerá hacia usted todo para hacer lo que usted realmente es”.

Tener la actitud correcta es fundamental para tener éxito. Nuestra actitud determinará nuestro comportamiento en la familia, en la sociedad, en el trabajo y si esa actitud está basada en sólidos principios éticos y morales con pensamientos positivos y de optimismo fácilmente se reflejará en nosotros, en nuestra mirada, en nuestros gestos, en nuestra manera de ser, en nuestros sentimientos, en nuestra forma de hablar y se trasmitirá a todos los que nos rodean.

Como muchas de las alternativas que tenemos durante nuestra existencia, nosotros podemos escoger por tener una actitud metal positiva o una actitud mental negativa. Numerosos estudios a través de los tiempos demuestran que las personas con una actitud mental positiva tienen más éxito en lograr sus metas y disfrutan más durante su recorrido en este mundo.

Una actitud mental positiva crea un estado mental de abundancia, entusiasmo y de soluciones a los problemas que inevitablemente se presentarán. Cuando tenemos actitud positiva se genera un campo fértil para las posibilidades y para convertir nuestros sueños en realidad. Si tenemos en cuenta esto veremos cómo los milagros empiezan a aparecer en nuestras vidas. Esto de ninguna manera quiere decir que las personas con actitud mental positiva siempre tienen una vida perfecta y sin dificultades. Por supuesto que no. La diferencia está que estas personas no permiten que esas experiencias negativas cambien su perspectiva de la vida.

El Dr. Wayne Dyer, renombrado autor y expositor en el campo del autodesarrollo, en su libro Cambie sus pensamientos y cambie su vida expresa: “el estado de su vida no es otra cosa que el reflejo de su estado mental”, y Ralph Waldo Emerson, filósofo estadounidense: “El mismo mundo, para dos mentes diferentes, es el cielo o el infierno”. En resumen, lo que una persona piensa, eso es.

Con justa razón se dice que la actitud es más importante que los hechos. Es más importante que el pasado, la educación, las circunstancias, los fracasos, los éxitos o lo que otras personas puedan pensar, decir o hacer. Nosotros no podemos cambiar lo inevitable. No podemos cambiar el pasado. No podemos cambiar a otras personas. Pero sí podemos cambiar nuestra actitud y lo más importante de todo es que podemos escoger la actitud que tendremos hoy.

Thomas Jefferson, tercer presidente de EE.UU. y el autor principal de la Declaración de Independencia de EE.UU., escribió: “nada puede detener a una persona con la actitud mental correcta de lograr su meta; nada en el mundo puede ayudar a una persona con la actitud mental incorrecta”.

Usted es lo que piensa que es y su actitud positiva le permitirá disfrutar la vida a plenitud, tener éxito y ser feliz.