viernes, 31 de julio de 2015

¿Cómo mantener nuestra inteligencia emocional?

Los estudios realizados en Estados Unidos de América y en Europa demuestran que poseer una inteligencia emocional fuerte es uno de los factores más importantes para el éxito así como para el desarrollo personal en la mayoría de las profesiones. Determina la calidad de las relaciones humanas y la productividad al trabajar en equipo. Los estudios, demuestran igualmente, que los líderes empresariales de mayor éxito tienen desarrollada su inteligencia emocional ya que crean ambientes de trabajo donde los empleados pueden realizar sus labores de manera más efectiva y productiva.

¿Qué es inteligencia emocional? Es la habilidad de una persona de reconocer y tratar sus propias emociones así como la de otras personas de una manera constructiva ya que promueve el trabajo en equipo y la productividad en lugar del conflicto. La inteligencia emocional permite conocer sus emociones y saber cómo expresarlas así como controlarlas.

¿Por qué es importante la inteligencia emocional? Porque es el factor más importante en determinar el éxito o el fracaso en la trayectoria profesional y personal.

El Dr. Daniel Goleman, Ph.D., psicólogo, popularizó el término de inteligencia emocional en su libro Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ (La inteligencia emocional - Por qué es más importante que el cociente intelectual), publicado en 1995, que se convirtió en un best seller. Es autor también de varios libros relacionados con psicología, educación, ciencia y liderazgo. Según Goleman la inteligencia emocional tiene los siguientes elementos: conocimiento de sí mismo, control de sí mismo, automotivación, empatía y sociabilidad.

Daniel Goleman expresa: “Los hombres que poseen una elevada inteligencia emocional suelen ser socialmente equilibrados, extrovertidos, alegres, poco predispuestos a la timidez y a rumiar sus preocupaciones. Demuestran estar dotados de una notable capacidad para comprometerse con las causas y las personas, suelen adoptar responsabilidades, mantienen una visión ética de la vida y son afables y cariñosos en sus relaciones. Su vida emocional es rica y apropiada; se sienten, en suma, a gusto consigo mismos, con sus semejantes y con el universo social en el que viven”.

“Las mujeres emocionalmente inteligentes tienden a ser enérgicas y a expresar sus sentimientos sin ambages, tienen una visión positiva de sí mismas y para ellas la vida siempre tiene un sentido. Al igual que ocurre con los hombres, suelen ser abiertas y sociables, expresan sus sentimientos adecuadamente (en lugar de entregarse a arranques emocionales de los que posteriormente tengan que lamentarse) y soportan bien la tensión. Su equilibrio social les permite hacer rápidamente nuevas amistades; se sienten lo bastante a gusto consigo mismas como para mostrarse alegres y espontáneas”.

Al estudiar a personas con muy buena inteligencia emocional se ha podido determinar algunos rasgos comunes que es conveniente considerarlos para poder mantener elevada nuestra inteligencia emocional. Son los siguientes:
1. Se rodean de personas positivas y optimistas. Tratan de evitar estar en contacto con aquellas personas que se quejan constantemente. Son conscientes que las personas negativas drenan la energía.
2. Son capaces de fijar límites. Muestran cortesía pero se mantienen firmes al mismo tiempo. Evitan el conflicto. Piensan bien antes de hablar, lo que les permite controlar alguna emoción desmesurada. Saben decir no cuando sea necesario.
3. Se concentran siempre en lo positivo. Tratan de enfrentar las situaciones sobre el aspecto positivo. Piensan en las soluciones posibles antes que en los problemas en sí. Concentran sus habilidades en lo que pueden hacer y en lo que está bajo su control.
4. Continuamente sacan enseñanzas de las experiencias. Están en continuo desarrollo personal, abiertos a las nuevas ideas y dispuestos a aprender de otras personas. Tienen confianza en su propia capacidad de análisis y síntesis; siempre dispuestos a determinar la mejor decisión posible con los medios disponibles.
5. Son personas que piensan en el futuro. Piensan constantemente en las posibilidades que están delante y no dedican tiempo a estar pensando en el pasado. Cuando se enfrentan a un traspié o a una derrota no lo ven como algo permanente ni personal. Sacan enseñanzas para no realizar las mismas acciones.
6. Buscan la manera de vivir la vida a plenitud. Tratan de ser felices tanto en lo profesional como en lo personal y familiar. Ayudan a los demás para que también sean felices y logren realizarse como personas.
7. Saben cómo concentrarse sin caer en el estrés. Continuamente tienen empatía por las personas dentro de su entorno. No toman nada personal. Las críticas o acciones de los demás no los afectan en el logro de sus metas y planes.

Debido a la importancia del efecto de las emociones propias en el desarrollo personal y profesional es importante hacer conscientemente lo necesario para que nuestra inteligencia emocional sea fuerte y elevada.

El Dr. Daniel Goleman expresa: "Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad".

miércoles, 15 de julio de 2015

Nuestros pensamientos determinan nuestra vida

Todo, absolutamente todo, se genera primero en nuestra mente. Nuestros pensamientos son los que nos hacen cómo somos. Nuestros pensamientos y nuestra actitud mental son los que determinan nuestra vida, nuestro destino. Nosotros somos lo que son nuestros pensamientos.

Marco Aurelio, filósofo y emperador romano, en sus Meditaciones expresó: “nuestras vidas son la obra de nuestros pensamientos”. Lo que pensemos hoy determinará lo que seremos y haremos mañana. Muy pocas cosas en la vida poseen tanto poder como un pensamiento. Nosotros somos lo que son nuestros pensamientos.

Nadie puede ser o llegar a ser algo que no ha pensado. Si tenemos pensamientos de grandeza y optimismo, seremos grandes y optimistas. Si tenemos pensamientos mediocres y pesimistas, seremos mediocres y pesimistas. Nuestros pensamientos y nuestra actitud mental determinan nuestra vida.

Como estamos en este mundo por un período limitado de tiempo debemos cuidar la calidad de nuestros pensamientos para disfrutar de la belleza y oportunidades que nos brinda la vida. Como tenemos la capacidad de elegir nuestros pensamientos, debemos siempre elegir pensamientos positivos y rechazar los negativos tan pronto aparezcan. Cuando elegimos solo pensamientos positivos mediante un esfuerzo consciente, muy pronto se convertirá en un hábito.

Ralph Waldo Emerson, gran filósofo estadounidense expresó: “Una persona es lo que piensa que es”. Buda expresó: “Somos lo que pensamos. Con nuestros pensamientos hacemos nuestro mundo”. El filósofo danés Søren Kierkegaard expresó: “Nuestra vida siempre expresa el resultado de nuestros pensamientos dominantes”.

Debemos tener presente que en el mundo existe una ley de atracción. Por eso es que los pensamientos positivos atraen a pensamientos positivos y, también, los pensamientos negativos atraen a pensamientos negativos.

El poema del célebre cirujano sudafricano Christiaan Barnard, quien en 1967 hiciera el primer trasplante de corazón, es hermoso y es conveniente recordarlo porque precisamente trata del poder de nuestros pensamientos.

Si piensas que estás vencido, lo estás. Si piensas que no te atreves, no lo haces. Si piensas que perderás, ya has perdido. Porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre. Todo está en el estado mental, porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido y muchos cobardes han fracasado antes de haber su trabajo empezado. Piensa en grande y tus hechos crecerán. Piensa en pequeño y quedarás atrás. Piensa que puedes y podrás. Todo está en el estado mental. Tienes que estar seguro de ti mismo antes que puedas ganar un premio. La batalla de la vida no siempre va al hombre más fuerte o al más hábil, pero tarde o temprano el hombre que gana, es aquel que cree poder.

Como nuestros pensamientos determinan nuestra vida debemos tener cuidado con lo que pensamos. Nuestros pensamientos tienen realmente un gran poder. Los pensamientos dominantes son los que influirán sobre nuestra actitud y, por lo tanto, sobre nuestro comportamiento. Pensemos en grande para ser grandes.

En todo momento tengamos cuidado de nuestros pensamientos. Rechacemos los pensamientos negativos y permitamos que solo existan en nuestra mente pensamientos positivos, de bienestar, optimismo, éxito y felicidad porque nuestros pensamientos determinan nuestra vida.