sábado, 1 de octubre de 2016

El optimismo es una gran fuerza

Durante todo el tiempo que dure nuestro transitar por este hermoso mundo debemos continuar disfrutando de la vida a plenitud, a pesar que la acumulación de calendarios trae cierta normal disminución de nuestras facultades físicas.

Según el filósofo estadounidense William James, profesor de psicología en la Universidad de Harvard, la actitud es sumamente importante. William James, expresó: “el mayor descubrimiento de mi generación es que el ser humano puede cambiar su vida cambiando su actitud mental”.

Por lo tanto, nuestra actitud, en cualquier momento de nuestras vidas es extremadamente importante.
Charles “Chuck” Swindoll, nacido en 1934, pastor evangélico, autor, educador, predicador cuyo programa radial se propaga en más de 2,000 estaciones de radio en todo el mundo, escribió este bello poema acerca de la Actitud.

Cuanto más vivo, más me doy cuenta de la importancia de la actitud en la vida.

La actitud, para mí, es más importante que los hechos. Es más importante que el pasado, que la educación, que el dinero, que las circunstancias, que los fracasos, los éxitos, de lo que otras personas piensen, digan o hagan. Es más importante que la apariencia, el talento o la habilidad. Puede desarrollar o deshacer una empresa, una iglesia, un hogar.

Lo notable es que tenemos una elección cada día con respecto a la actitud que adoptaremos ese día. No podemos cambiar nuestro pasado. No podemos cambiar el hecho de que la gente actúe de una cierta manera. No podemos cambiar lo inevitable. Lo único que podemos hacer es tocar con la única cuerda que tenemos, y esa es nuestra actitud.

Estoy convencido de que la vida es un 10% de lo que me pasa y el 90% de cómo reacciono ante eso. Y así es también con usted. Cada uno de nosotros está a cargo de su propia actitud.


Por lo tanto, nosotros tenemos total control de nuestra actitud. Nuestra actitud modela nuestra existencia. Nosotros podemos elegir ser optimistas o pesimistas. Nuestro optimismo o pesimismo define la manera de cómo interpretamos el pasado, la manera de cómo vemos el presente y la manera de cómo imaginamos el futuro.

En la actualidad, hay numerosos estudios que indican que los optimistas viven más tiempo. Igualmente demuestran que el optimismo contribuye a la buena salud y el pesimismo contribuye a la enfermedad.

El Dr. Martin E. P. Seligman, PhD, profesor de psicología en la Universidad de Pennsylvania, indica que las personas optimistas son más felices que las pesimistas; y la Dra. Becca Levy, PhD, profesora de psicología en la Universidad de Yale expresó que se sorprendió encontrar que las características psicológicas como la felicidad puede ser un indicador del tiempo de vida.

Tanto el optimismo como el pesimismo tienden a ser profecías que se cumplen por sí mismas. Si usted es un optimista encontrará que generalmente le sucederán cosas buenas. Si usted es un pesimista encontrará que muy a menudo le sucederán cosas no muy buenas. Nosotros podemos escoger ver al mundo y pensar lo peor, o podemos decirnos que pasarán cosas buenas en cada situación.

El optimismo es una gran fuerza. Para envejecer bien, tanto física como mentalmente, la clave es tener una actitud positiva. Para tener una actitud positiva y ser optimistas debemos cuidar y alimentar saludablemente a nuestros cuerpos y cerebros.

Hay numerosos estudios que enfatizan la importancia de mantener activos tanto a nuestros cuerpos como a nuestras mentes.
Para mantener saludables a nuestros cuerpos, cerebros y mentes debemos comer apropiadamente, beber fluidos, socializar y hacer ejercicio, hacer ejercicio y hacer ejercicio.

Hay muchos artículos que sugieren que la real Fuente de la Juventud es el ejercicio.