Tao Porchon-Lynch expresa: “Todo es posible. Nada es imposible. Cuando usted se despierte cada mañana diga: Este será el mejor día de mi vida, y así será”. Tao sabe cómo vivir bien y cómo sobreponerse a los efectos naturales del envejecimiento al poder controlar su cuerpo y mente en armonía con los principios de yoga. Igualmente expresa que debemos mantener una actitud de gratitud por todos los dones que tenemos y recibimos, por lo que debemos agradecer cada día.
Tao nos debe servir de inspiración para hacer lo conveniente para mantenernos saludables y vivir la vida a plenitud. Es un verdadero ejemplo de optimismo, gratitud y actitud mental positiva.
Una serie de estudios e investigaciones realizados por gerontólogos, psiquiatras, científicos y profesores universitarios de prestigiosas universidades concluyen que es posible envejecer bien y seguir disfrutando de la vida.
Una de las áreas más populares de investigación en psicología en estos días es la neuroplasticidad. La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro de desarrollarse y cambiar a través de la vida; que la función del cerebro no disminuye con nuestra edad. Por lo tanto, a toda edad somos capaces de aprender y comprender conceptos nuevos.
El envejecer bien es el proceso de optimizar oportunidades de bienestar en los aspectos físicos, sociales y mentales para extender la expectativa saludable de la vida con una buena calidad de vida.
Kathy N. Johnson, PhD, James H. Johnson, PhD, y Lily Sarafan, MS, en su libro Happy to 102 (Feliz a 102) enfatizan la importancia de tener una actitud positiva relacionada con el envejecimiento junto con una nutrición saludable, ejercicio físico y mantener buenas relaciones sociales.
Cynthia R. Green, PhD, profesora en la Escuela de Medicina Monte Sinaí de Nueva York expresa: “Las personas que diariamente se mantienen mentalmente activas preservan sus habilidades cognitivas durante el envejecimiento”.
“Lo mejor que sabemos para asegurar una buena calidad de vida es mantenerse físicamente activo”, dice el Dr. Tim Church, director de investigación de medicina preventiva del Centro de Investigación de biomedicina en Baton Rouge, Luisiana.
Hay muchos estudios que indican que el optimismo puede extender nuestra vida. El Dr. Martin E.P. Seligman, psicólogo de la Universidad de Pennsylvania, concluye que las personas optimistas son más felices que las pesimistas y que viven más.
La Dra. Becca Levy, profesora de psicología en la Universidad de Yale, expresa que el optimismo contribuye a la buena salud y el pesimismo contribuye a la enfermedad.
De acuerdo al Dr. Mario Garrett, profesor de gerontología en la Universidad Estatal de San Diego, California, la disminución de la capacidad mental se puede evitar mediante una serie de actividades, que incluye ejercicios físicos y mentales. La clave consiste en continuamente hacer uso del cerebro.
Para mantenernos física y mentalmente activos se pueden hacer varias de las siguientes actividades:
• Ejercicio físico. Natación, caminar, golf, tenis, bailar, taichí, yoga.
• Hacer crucigramas, rompecabezas, juego de palabras.
• Aprender algo nuevo. Un instrumento musical, otro idioma, incrementar el vocabulario.
• Creación de obras de arte como pintura, dibujo, mosaicos, cerámica, joyas.
• Cambiar de manos. Usar la “otra mano” para actividades cotidianas.
• Mantenerse socialmente activo es básico para permanecer mentalmente saludable.
• Tejer a palillos o con crochet son muy buenos ejercicios para el cerebro.
Para lograr estar saludables física y mentalmente a medida que envejecemos y seguir disfrutando de la vida a plenitud debemos constantemente hacer ejercicios físicos y usar nuestro cerebro con optimismo, gratitud y actitud mental positiva.
