domingo, 22 de marzo de 2020

En momentos de crisis, nuestra actitud es muy importante.

En estos momentos de crisis debido a la pandemia que existe en nuestro país y en muchos países, nuestra actitud es más importante que nunca. No podemos cambiar lo inevitable pero sí podemos reaccionar de la mejor manera posible. ¿Cómo? Con nuestra actitud.

Recordemos en todo momento que nosotros tenemos control de nuestra actitud. Con nuestra actitud nos ayudaremos y ayudaremos a las personas que nos rodean. La actitud muestra la verdadera fortaleza de las personas.

En situaciones normales, cuando todo está bien es relativamente fácil ser optimista y positivo. Pero, en situaciones difíciles como las que estamos viviendo es donde realmente se revela la importancia de mantenerse positivo. Es en los momentos difíciles que más necesitamos tener pensamientos positivos.

En momentos difíciles, cuando existen problemas, cuando las noticias que abundan son deprimentes es fácil tener pensamientos negativos. Si los pensamientos negativos se mantienen se es proclive a la preocupación, ansiedad, estrés, depresión, miedo, lo que puede causar más problemas a nuestra salud mental.

Tanto la actitud negativa como la positiva son contagiosas.

Nosotros afectamos y somos afectados por las personas con quienes tenemos relación. Esto sucede instintivamente en el nivel subconsciente a través de las palabras, pensamientos y sentimientos, así como con el comportamiento.

Los pensamientos, palabras y actitudes negativas crean sentimientos negativos que se reflejan en el comportamiento de las personas e inclusive pueden afectar la salud y el bienestar.

Por eso, tan pronto como tengamos algún pensamiento negativo lo debemos rechazar y cambiarlo por pensamientos positivos. Los pensamientos positivos nos ayudan a enfocarnos en las posibles soluciones y oportunidades en lugar de los problemas y las dificultades.

Cualquiera que sea la situación actual, con la correcta forma de pensar, manteniendo la fe, el optimismo, la esperanza y la confianza podremos encontrar las acciones por realizar que nos mantengan bien hasta superar esta crisis.

Manteniendo una actitud positiva, esperando lo mejor y haciendo lo mejor que esté a nuestro alcance lograremos superar esta crisis.

El pensamiento positivo es una actitud mental y emocional que nos permite enfocarnos en encontrar la mejor solución disponible ante los problemas que enfrentemos. Nos permite tener la expectativa de resultados positivos.

Con actitud mental positiva lograremos superar cualquier obstáculo y dificultad que tengamos en estos momentos.

El pensar positivamente tiene enormes beneficios. Estudios realizados en la Clínica Mayo, Rochester, Minessota, concluyen que el optimismo aporta numerosos beneficios a la salud reforzando el sistema inmunológico y que contribuye al bienestar general.

Para mantener y reforzar nuestra actitud positiva es conveniente usar la visuaiización y las afirmaciones.

La visualización es la habilidad de representarse mentalmente situaciones como si fueran reales y que efectivamente están sucediendo. Debemos usar la visualiización para vernos bien y saludables.

Una afirmación es una declaración positiva de lo que se cree es verdad y mediante la repetición espaciada se implantará en nuestro subconsciente y después influirá en nuestra actitud, en nuestra manera de pensar y en nuestro comportamiento.

Las afirmaciones trabajan tanto positiva como negativamente. Por ejemplo, si alguna persona se repite “yo siempre me olvido de las cosas”, no debe sorprender que efectivamente se olvide de las cosas.

Para la situación actual, indico algunos ejemplos de afirmaciones: “Yo estoy bien”, Yo estoy sano”, “Yo me siento bien”, Yo soluciono los problemas”.

En estos momentos, más que en otras oportunidades, debemos usar la visualización y afirmaciones para desechar cualquier pensamiento negativo y tener, en todo momento, una actitud mental positiva para pensar y actuar siempre con fe, esperanza, optimismo y confianza.

domingo, 8 de marzo de 2020

Importancia de la inteligencia emocional

La inteligencia emocional es el conjunto de habilidades que nos permite reconocer nuestras emociones, comprender su significado y entender que nuestras emociones pueden afectar a otras personas.

También involucra la percepción que se tiene de otras personas y cuando se entiende lo que las otras personas sienten nos permite manejar mejor nuestras relaciones. Significa que valoramos a los demás, que somos capaces de escuchar a otros y de sentir empatía o identificarnos con ellos.

Según Daniel Goleman, PhD, psicólogo de la Universidad de Harvard, autor del libro “La Inteligencia Emocional”, la inteligencia emocional tiene los siguientes elementos: conocimiento de sí mismo, control de sí mismo, automotivación, empatía y sociabilidad.

El conocimiento de sí mismo nos permite conocer nuestras emociones. Cualquiera que sea la situación, se puede siempre escoger cómo reaccionar.

El control de sí mismo o autocontrol nos permite controlar nuestras emociones e impulsos en todo momento para actuar siempre en forma razonada.

La automotivación es fundamental para ser proactivos, establecer metas y planes hasta lograr lo que nos proponemos.

La empatía es la habilidad para identificar, entender y comprender a otras personas. Con empatía se tiene la capacidad de escuchar a las otras personas. La empatía es sumamente importante tanto en las relaciones personales como en el trabajo, en especial en posiciones de liderazgo.

La sociabilidad es la habilidad para tener buenas relaciones y comunicación con otras personas.

Las personas que tienen inteligencia emocional desarrollada logran las metas que se proponen porque reconocen la importancia de las relaciones interpersonales en la vida.

Las personas con elevada inteligencia emocional suelen ser equilibradas, alegres, sin preocupaciones, adoptan responsabilidades, se sienten contentas con ellas mismas, con sus semejantes y con el entorno social donde actúan.

Daniel Goleman expresa: “las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentración y pensar con claridad”.

Hay numerosos estudios que concluyen que la inteligencia emocional brinda beneficios en todas las áreas de la vida.

La inteligencia emocional nos permite percibir, entender, regular y modificar nuestros estados de ánimo, es decir controlar nuestras emociones, y nos permite comprender los estados de ánimo de las personas que nos rodean.

Las personas que tienen inteligencia emocional son capaces de responder positivamente a situaciones frustrantes, tienen mayor resiliencia y les facilita su desarrollo personal e intelectual.

La inteligencia emocional nos permite tener una personalidad firme, optimismo, entusiasmo, confianza en sí mismos y actitud positiva.

La inteligencia emocional es importante ya que es un factor clave para el éxito personal y profesional; determina la calidad de las relaciones humanas y la productividad.

Por lo tanto, debemos desarrollar nuestra inteligencia emocional para hacer uso al máximo de nuestro potencial con la finalidad de lograr el éxito y la felicidad.