viernes, 16 de diciembre de 2011

Debemos desarrollar resiliencia para tener éxito

La palabra resiliencia es relativamente muy nueva en nuestro idioma; posiblemente a algunos de los lectores de este artículo les puede haber llamado la atención que necesitemos desarrollar la resiliencia para tener éxito en la vida.

¿Qué significa resiliencia? Resiliencia, en psicología, es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límites y sobreponerse a ellas. En mecánica, es la capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación.

Por lo tanto, resiliencia es nuestra habilidad de adaptación y de reacción favorable cuando las cosas no nos salen como las hemos planeado. Es un hecho de la vida que nosotros vamos a tener algún traspié, alguna derrota, algún fracaso, alguna tragedia, alguna crisis. La resiliencia nos da el poder, la capacidad de sobreponernos a las dificultades que enfrentemos para seguir y continuar con optimismo, viviendo nuestros sueños, hasta lograr las metas que nos hemos fijado.

De ahí que es sumamente importante que desarrollemos nuestra resiliencia ya que con ella tendremos el coraje de no abandonar nuestros propósitos y de tratar nuevamente, una y otra vez, con tesón, sin miedo al fracaso para conseguir lo que nos propongamos. No debemos darnos por vencidos sino continuar luchando hasta lograr nuestras metas.

Con resiliencia estaremos en condiciones de reaccionar favorablemente ante un fracaso y tendremos la fuerza necesaria para reconocer la situación, aprender las lecciones de nuestros errores, sacar experiencias y continuar con determinación y firmeza teniendo en mente nuestras metas en la vida. Por el contrario, las personas sin resiliencia abandonarán ante la primera gran dificultad que encuentren y se lamentarán de su situación.

La resiliencia no es algo que se tiene o no se tiene. Es una característica que se puede desarrollar. Se puede desarrollar al ser conscientes de los propios sentimientos, de la actitud ante la vida, al practicar el sentido del humor, con perseverancia, espiritualidad y control. Hay que desarrollar el control que podemos tener sobre nuestra actitud y nuestras emociones.

Un ejemplo clásico de la influencia de la resiliencia es el caso de Thomas A. Edison. De acuerdo a lo que sabemos, Thomas Edison hizo miles de prototipos de la bombilla de luz incandescente antes de encontrar la solución y expresó: “No he fallado. He encontrado 10,000 maneras que no trabajan”. Los sucesivos fracasos no desanimaron a Edison y continuó y continuó hasta lograr el éxito. El notable inventor Edison tenía una extraordinaria capacidad de resiliencia.

Para tener éxito en la vida debemos desarrollar nuestra capacidad de resiliencia. ¿Cómo? Mediante nuestra actitud, con fuertes y saludables relaciones interpersonales, teniendo metas claras y precisas en las diferentes áreas de la vida, con optimismo, fe, confianza en sí mismo y flexibilidad.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Hay que ser mentalmente fuerte para lograr el éxito

En realidad, hay una serie de características personales que influyen durante nuestra existencia para lograr el éxito durante nuestra jornada en este mundo. Una de ellas es que se debe ser mentalmente fuerte para poder sobrellevar la adversidad, los fracasos o traspiés y errores que podamos tener o cometer y reaccionar de manera positiva.

¿Qué es lo que significa ser mentalmente fuerte? Significa que cuando nos enfrentamos a algún problema o a una grave dificultad no nos dejemos abatir y no abandonemos nuestro propósito. Significa que cuando el plan que hemos trazado para lograr una meta no esté caminando como lo pensamos, no abandonemos y sigamos corrigiendo y persistiendo hasta que nuestro plan funcione. Significa que cuando alguien nos critique no nos dejemos influenciar por esas ideas negativas. Significa que debemos aceptar total responsabilidad por todas nuestras decisiones y acciones y no echemos la culpa a terceras personas o a las circunstancias. Significa que no debemos dejar que otras personas sean las que dicten o guíen nuestro destino.

Posiblemente es en el campo de los deportes, tanto individual como colectivo, donde el término “mentalmente fuerte” se use más y se puede apreciar mejor.

En el torneo de Wimbledon de 2011, el tenista español Rafael Nadal, después de su derrota ante el serbio Novak Djokovich, pese a estar físicamente en plena forma expresó: “Perdí porque no estaba fuerte mentalmente. Eso es todo”. Quiere decir que en este partido, la fuerza mental de Nadal fue menor a la de su oponente.

Al igual que en situaciones deportivas, en nuestras acciones cotidianas en las que tenemos que enfrentarnos a situaciones diversas, que son verdaderas luchas, muchas veces, por no decir, en la mayoría de ellas, los resultados que obtenemos se deben a nuestra fortaleza mental, más que a otras razones. Lógicamente que no sólo se debe a ello sino también a otras cualidades, pero sí se debe tener muy claro que la fuerza mental es determinante para lograr victorias en cualquier campo de la vida.

¿Cómo o qué debemos hacer para ser mentalmente fuertes? Hay estudios que señalan que lo primero que hay que hacer para ser mentalmente fuerte es dejar de hacernos las víctimas; hay que rechazar la idea de echar la culpa por nuestra situación a los padres, al jefe, al cónyuge, al gobierno, a las circunstancias, etc. Hay que asumir la responsabilidad de que cada persona es la que diseña su vida y su futuro. Cuando consciente o subconscientemente se echa la culpa a los demás por la vida de uno, se está reduciendo significativamente la posibilidad de vivir la vida a plenitud. Esto es cierto ya que cuando se responsabiliza a otros por la situación que se tiene se está dando poder a terceras personas para que controlen sus pensamientos y acciones.

La mayoría de los psicólogos coinciden que nuestra fuerza mental está en directa proporción a la confianza que tenemos en nosotros mismos. Cuanto más elevada y sólida sea nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos más mentalmente fuertes seremos.

Para ser mentalmente fuertes tenemos que tener ideas positivas sobre nosotros mismos y debemos usar la visualización y las afirmaciones. La visualización es la representación mental de imágenes de triunfo, de victoria. Las afirmaciones son frases con instrucciones que fortalecen las ideas rectoras que están en nuestro subconsciente y que es necesario reafirmar. Por ejemplo, frases como: “Sí puedo”, “Soy un ganador”, “Estoy en magnífica forma”, o cualquier otra que sea significativa para Usted.

El uso de la visualización y las afirmaciones son parte del diálogo que debemos tener diariamente con nosotros mismos para incrementar nuestra confianza y autoestima. Estos pensamientos positivos que debemos repetir diariamente sirven para automotivarnos y para tener la fuerza mental necesaria para afrontar los problemas, superar los obstáculos y seguir adelante con nuestro plan hasta alcanzar las metas que nos hemos señalado y, por lo tanto, lograr el éxito que anhelamos.

El lenguaje inspirador que utilizamos en nosotros mismos nos servirá para ser mentalmente fuertes en la lucha cotidiana para superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino hacia el éxito y la felicidad.

martes, 1 de noviembre de 2011

Su sueño puede ser su futuro

Su sueño puede ser su futuro, es una realidad que se debe aceptar. Pero ¿a qué tipo de sueño nos referimos? En nuestro idioma, el sueño se refiere al acto de representar en la fantasía de alguien, mientras duerme, sucesos o imágenes. No es a este sueño al que nos referimos. Nos referimos a esa meta u objetivo que nos fijamos en forma consciente con un fuerte deseo de realizarlo o convertirlo en realidad.

En el idioma inglés, el significado de dream, entre otros, sí tiene ese significado. De ahí que es importante soñar con el objeto de buscar y lograr un mejoramiento integral. Cuando se habla de sueños nos referimos a esa idea que nos impulsa y motiva permanentemente para lograr la superación personal en las diferentes áreas de la vida.

En enero de 1997, en el diario El País, de España, apareció un artículo muy interesante bajo el título “El Sueño Americano” escrito por el periodista español, Carlos Mendo, uno de los fundadores de El País. Según Carlos Mendo, “Estados Unidos es el único país del mundo en que sus habitantes aspiran a la realización de un sueño. No existe el sueño alemán o el sueño japonés, sólo se habla del American Dream”.

Uno de los más notables discursos sobre el sueño americano lo expresó Martin Luther King, Jr., el 28 de agosto de 1963, en Washington D.C. conocido como “I Have a Dream”.

En el libro titulado Restoring the American Dream (Restaurando el sueño americano), escrito por Robert Ringer, se indica que el sueño americano se basa en un “optimismo básico, en el que el futuro será mejor que el pasado… porque en América cualquiera puede triunfar sin que importe su nivel de ingresos o el color de su piel”.

En EE.UU. casi todos, sin excepción, desde muy temprana edad hablan de alguna forma de sueños que quieren convertir en realidad.

Algo interesante de mencionar, el Presidente Ollanta Humala, en su discurso como Presidente de la República ante el Congreso el 28 de julio de 2011 expresó: “Sueño con un Perú donde la vida no sea un riesgo, donde las ciudades sean espacios donde el ciudadano se encuentre protegido”.

Es importante soñar y seguir soñando, cualquiera que sea nuestra edad, situación o condición para seguir aspirando hacia algo mejor, hacia una realización plena y disfrutar de la vida a plenitud durante nuestra travesía en este hermoso mundo en que vivimos. Hay numerosos estudios que señalan que cuando se deja de soñar, se entra a la vida rutinaria del conformismo espiritual sin ninguna expectativa.

Así como es importante soñar también es importante actuar y perseverar hasta convertir nuestros sueños en realidad. No sólo basta soñar y pensar sino que tenemos que actuar.

Lo que usted sueñe ese es su futuro. Tenemos que convencernos que nuestros sueños se pueden convertir en realidad. Para lograr algo real, primero tenemos que representarnos lo que deseamos en nuestra mente, de ahí que la imaginación juega un papel preponderante.

Para convertir en realidad un sueño tenemos que hacer un plan para convertirlo en realidad y trabajar incesantemente con perseverancia hasta lograr lo que nos hemos propuesto. Ese plan tiene que tener fechas límites para cumplir las diferentes etapas del plan, debemos indicar los recursos que necesitamos y periódicamente tenemos que hacernos una evaluación para determinar el progreso que estamos realizando y hacer algunas acciones correctivas para no desviarnos de nuestra meta final.

Como nuestro sueño es nuestro futuro debemos atrevernos a soñar en grande sin ponernos límites restrictivos a lo que podemos ser, hacer o lograr. Tenemos que recordar que al haber sido creados a imagen y semejanza de Dios tenemos un enorme potencial dentro de nosotros. Soñemos en grande para que nuestro futuro sea el mejor que pueda ser.

domingo, 16 de octubre de 2011

Hay que lograr el equilibrio en las áreas de la vida para tener éxito y ser feliz

Para lograr el éxito y la felicidad integral hay que lograr una armonía y equilibrio en las áreas de la vida: trabajo, familia, salud, amigos y espíritu. Todas estas áreas son muy importantes. Durante el trascurso de la vida, en función de la edad, los logros realizados, las metas, alguna de estas áreas adquiere mayor importancia que las otras. Dependerá, fundamentalmente, del estado en que uno se encuentre en un momento dado. Lo que hay que tener en cuenta es que se debe tender – siempre – a una armonía en el desarrollo de estas áreas para lograr una autorrealización plena, alcanzar el éxito y disfrutar la felicidad.

En esta oportunidad, deseo compartir el hermoso discurso sobre el equilibrio en las áreas de la vida (traducido al español) que diera Bryan Dyson, cuando era Director Ejecutivo de Coca Cola, en la ceremonia de clausura y graduación, el 6 de setiembre de 1996, en el Georgia Institute of Technology (conocido como Georgia Tech), ubicado en la ciudad de Atlanta, Georgia, donde hay aproximadamente 20,000 estudiantes.

Imaginen la vida como un juego en el que ustedes hacen malabarismos con cinco bolas que arrojan al aire. Cada una de ellas son el trabajo, la familia, la salud, los amigos y el espíritu.

Pronto se darán cuenta de que el trabajo es una bola de goma. Si se cae, rebota. Pero las otras cuatro bolas: familia, salud, amigos y espíritu, son de vidrio. Si se deja caer una de esas, va a quedar irrevocablemente dañada, rayada, rajada o rota. Nunca volverán a ser las mismas.

Compréndanlo y busquen el equilibrio en la vida. ¿Cómo?

No disminuyan su propio valor comparándose con otros. Es porque somos todos diferentes que cada uno de nosotros es especial.

No fijen sus objetivos en razón de lo que otros consideran importante. Sólo ustedes están en condiciones de elegir lo que es mejor para ustedes.

No den por supuestas las cosas más queridas por su corazón. Apéguense a ellas como a la vida misma; porque sin ellas la vida carece de sentido.

No dejen que la vida se les escurra entre los dedos por vivir en el pasado o para el futuro. Si viven un día a la vez, vivirán TODOS los días de su vida.

No abandonen cuando todavía son capaces de un esfuerzo más. Nada termina hasta el momento en que uno deja de intentar.

No teman admitir que no son perfectos. Ese es el frágil hilo que nos mantiene unidos.

No teman enfrentar riesgos. Es corriendo riesgos que aprendemos a ser valientes.

No excluyan de sus vidas al amor diciendo que no se lo puede encontrar. La mejor forma de recibir amor es darlo; la forma más rápida de quedarse sin amor es aferrarlo demasiado; y la mejor forma de mantener el amor es el darle alas.

No corran tanto por la vida que lleguen a olvidar no sólo donde han estado sino también a dónde van.

No olviden que la mayor necesidad emocional de una persona es la de sentirse apreciado.

No teman aprender. El conocimiento es liviano, es un tesoro que se lleva fácilmente.

No usen imprudentemente el tiempo o las palabras. No se pueden recuperar.

La vida no es una carrera, sino un viaje que debe ser disfrutado a cada paso.

El Ayer es Historia, el Mañana es Misterio y el Hoy es un Regalo: por eso se lo llama… el Presente.


A mi criterio este es un gran mensaje de inspiración que resalta la importancia del equilibrio y armonía que debe existir en las áreas de nuestra vida. Es probable que en algún momento hayamos pensado que el trabajo es lo más importante y por eso dedicamos gran cantidad de nuestro tiempo, dedicación y energías en detrimento de las otras áreas. Es posible que hayamos pensado que en nuestro trabajo somos indispensables o insustituibles; algo que en realidad no lo es. Como alguien, muy acertadamente expresara: tenemos que trabajar para vivir pero no vivir para trabajar.

Este mensaje nos debe inspirar a que tenemos que lograr un equilibrio y armonía en las áreas de nuestra vida para lograr el éxito y la felicidad.

sábado, 1 de octubre de 2011

Gratitud, sentimiento que debemos cultivar

Nosotros, al ser esencialmente sociales, interactuamos durante toda nuestra vida con otras personas. Para tener éxito en la vida y ser felices debemos practicar una serie de virtudes y sentimientos que nos permitan reconocer y apreciar la ayuda que recibimos durante toda nuestra jornada en este mundo.

Uno de los sentimientos que debemos cultivar es el de la gratitud hacia aquellas personas que en algún momento de nuestras vidas nos han formado, guiado, ayudado, comprendido y dado la oportunidad para que seamos mejores. La primera imagen que seguramente nos viene a la mente, cuando pensamos en gratitud, es la de nuestros padres; luego con el transcurso de los años puede ser la de un buen maestro, un buen jefe, un entrenador, un mentor, un amigo, nuestro cónyuge, nuestros hijos y, posiblemente, en cada una de las diferentes etapas de la vida haya alguna persona especial que merezca nuestra gratitud.

¿Qué es la gratitud? La gratitud es un sentimiento, una emoción, una actitud en reconocimiento de un beneficio o favor recibido y que se debe corresponder de alguna manera.

Sobra la gratitud se ha escrito en todas las épocas y ha sido considerada por muchos filósofos morales. Uno de ellos es el economista y filósofo escocés Adam Smith, universalmente conocido por su obra Una investigación sobre la naturaleza de la riqueza de las naciones (originalmente en inglés An Inquiry into de Nature and Causes of the Wealth of Nations), o sencillamente La riqueza de las naciones, publicada en 1776, que se considera como el primer libro moderno de economía.

Adam Smith, escribió en 1759, una gran obra sobre ética, La Teoría de los sentimientos morales (The Theory of Moral Sentiments); en esta extraordinaria obra, Adam Smith, al hablar sobre la simpatía y el espectador imparcial, menciona: “Todos los miembros de la sociedad humana necesitan de la asistencia de los demás… Cuando la ayuda necesaria es proporcionada por el amor, la gratitud, la amistad y la estima, la sociedad florece y es feliz”.

Es por eso que para desarrollarnos, autorrealizarnos, tener éxito y ser felices, entre otros sentimientos y virtudes debemos cultivar la gratitud.

Así como debemos agradecer a todas aquellas personas que en el transcurso de nuestras vidas nos han ayudado de alguna manera u otra; igualmente debemos agradecer, día a día, a Dios por el don maravilloso de la vida. Este don es personal, es para cada uno de nosotros y no lo podemos ceder a otra persona.

El Dr. Robert Emmons, Profesor de psicología en la Universidad de California, EE.UU., ha realizado numerosos estudios acerca de la psicología de la gratitud y la psicología de los objetivos personales; su conclusión es que el sentimiento de gratitud es favorable para el bienestar en general, que las personas que expresan gratitud son más felices, más optimistas, tienen más satisfacción con sus vidas y tienen gratas relaciones personales. Las personas con gratitud tienen pensamientos positivos que les permiten superar con mayor facilidad las dificultades de la propia vida. Posiblemente por esto es que el célebre filósofo romano Marco Tulio Cicerón, en el siglo I a.C., expresaba que “la gratitud es no solamente la más grande de las virtudes sino la madre de todas las otras”.

Con amor y gratitud todo se puede superar ya que tienen relación directa con la actitud y cuando tenemos la actitud correcta todo mejora en nuestras relaciones y en nuestra vida. Practiquemos la gratitud en todos nuestros actos hasta que se convierta en hábito para así crecer espiritualmente y tener pensamientos positivos para apreciar, día a día, a todos y todo lo que nos rodea, la belleza de la vida, disfrutar de lo bueno que tenemos a nuestro alrededor, tener éxito en todo lo que nos propongamos y ser felices, ya que la felicidad está en nosotros mismos.

Al dar gracias se enriquece nuestra vida espiritual. Cultivemos el sentimiento de gratitud, de dar gracias todos los días por lo que recibimos para así tener la correcta actitud que nos permita realizarnos a plenitud y ser felices.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Hay que dominar el miedo para tener éxito

Cuando se habla sobre el miedo, casi todos coinciden, que es el principal enemigo para que una persona sea feliz y alcance el éxito. Con justa razón, el escritor e historiador escocés Thomas Carlyle, en el Siglo XIX, expresó que “el primer deber de toda persona es dominar el miedo”.

Sin temor a equivocarme, podría decir que todos, en algún momento de nuestras vidas hemos tenido algo de miedo ante una situación desconocida.

El miedo es un sentimiento de inquietud causado por un peligro real o imaginario; es una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario o el recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.
El miedo no es dañino de por sí porque es una reacción que tienen los seres humanos y los animales ante un peligro. El problema es cuando ese miedo se convierte en algo irracional que puede, a veces, causar desequilibrios e impedir el desarrollo personal.

Hay toda clases de miedos, como el miedo al cambio, miedo a equivocarse, miedo a la derrota, miedo a perder el trabajo, miedo a la pobreza, miedo a la crítica o al qué dirán, miedo al rechazo, miedo a una mala salud, miedo a dejar de ser amado, miedo a la soledad, miedo a la vejez, miedo a viajar en avión, miedo a la muerte, miedo al futuro, miedo al riesgo, miedo al éxito, miedo a la felicidad, etc.

El miedo puede ser muy destructivo y puede hacer muy difícil nuestras relaciones personales. El miedo puede paralizar el razonamiento e impedir que la motivación tenga sus efectos beneficiosos para lograr el desarrollo personal. Cuando una persona tiene miedo es muy probable que el pesimismo sea lo que predomine impidiendo observar la realidad de la situación. Una persona con miedo es incapaz de resolver los problemas que se le presenten. El miedo poco a poco destruye la autoestima, socava el entusiasmo e imposibilita la capacidad creadora.

El miedo es enemigo del éxito y de la felicidad. Puede hacernos desconfiados, egoístas, inseguros e inclusive puede hacer que nos sintamos débiles y sin voluntad.
Franklin Delano Roosevelt, la única persona que ha sido elegida cuatro veces a la presidencia de Estados Unidos, en su primer discurso inaugural, como Presidente en 1932, expresó: “Tengo la firme creencia que la única cosa a la que debemos tener miedo, es al miedo mismo”.

Para poder lograr lo que nos proponemos en la vida debemos dominar al miedo. Es prácticamente normal tener una reacción de cierto temor o miedo ante un peligro o ante una situación inesperada o desconocida. La tensión nerviosa que se tiene antes de dar un examen, al ir a una entrevista de trabajo o antes de hablar en público, por ejemplo, es una reacción normal ante algo que es importante para nosotros. Lo que sí es vital es que hay que dominar esa reacción lo antes posible. Hay que enfrentarse al miedo con calma, determinación, absoluta confianza, valor, firmeza y decisión.

El gran filósofo estadounidense Ralph Waldo Emerson expresó: “Haga las cosas sobre las cuales tienen miedo y la muerte del miedo es segura”.

Con actitud mental positiva, confianza en sí mismo, optimismo, voluntad y coraje se pueden vencer los temores que se puedan tener. Enfréntese sin titubear a sus temores en cuanto se presenten y estos desaparecerán. Al vencer el miedo estaremos en condiciones de convertir en realidad nuestros propósitos y lograremos el autodesarrollo personal para alcanzar el éxito y la felicidad.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Importancia de la Amistad

La amistad, como nos consta a todos, es una de las relaciones interpersonales más comunes e importantes que tenemos. ¿Qué es la amistad? De una manera general se puede definir como el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.

El célebre filósofo griego Aristóteles, en su gran obra Ética a Nicómaco, considera a la amistad y camaradería como grandes virtudes porque ambas generan bondad. La amistad es la virtud que nos lleva a una relación sólida, desinteresada y recíproca con otra persona, que no se acaba ni con el tiempo ni la distancia. Una de las grandes virtudes de la amistad es el enriquecimiento mutuo y que ayuda al crecimiento y desarrollo personal.

Por otro lado, hay estudios recientes efectuados en varias universidades de EE.UU., Japón y Europa que coinciden en que las relaciones de amistad y camaradería son buenas para la salud, así como una de las peores cosas que le puede pasar a una persona es el aislamiento o el retraimiento. En dicho estudio se indica, entre otras cosas, lo siguiente: que los amigos contribuyen al fortalecimiento de la identidad y protección de nuestra salud y futuro. Que la amistad prolonga la vida. Que las personas que no tienen óptimas relaciones de amistad, generalmente no gozan de buena salud y que la amistad constituye una excelente fuente de alegría, fuerza, salud y bienestar.

La amistad se da en distintas etapas de la vida (niñez, adolescencia, juventud, en la universidad, en el trabajo, en el deporte o al practicar una actividad o afición común o al vivir cerca en la misma área o vivir la vida misma) y en diferentes grados de importancia y trascendencia. Hay amistades que nacen casi instantáneamente y otras que tardan años en consolidarse. Hay amistades que duran poco tiempo y otras que duran toda la vida.

Para los que hemos terminado nuestra instrucción secundaria en el Colegio Militar Leoncio Prado, sin lugar a dudas en esos tres años de compartir experiencias comunes se establecen relaciones de amistad y camaradería que duran toda la vida. Esto se puede apreciar con gran emotividad cuando las promociones de alumnos acuden al Día del Reencuentro y pese a los años transcurridos, que pueden ser 5, 10, 15, 20, 25, 50 o más, la alegría de reencontrarse con un amigo es enriquecedora e inmediatamente se restablece el lazo que podría haber estado suelto debido a la distancia o al tiempo. Sucede igual en las reuniones o encuentros de promociones escolares de todos los centros educativos.

En toda verdadera amistad se encuentra la confianza, lealtad, fidelidad, comprensión, el interés mutuo, generosidad, honestidad, respeto; de ahí que la amistad enriquece al ser humano al vivir y practicar valores fundamentales de la vida misma.

Entre amigos de verdad nos podemos comunicar nuestros pensamientos y sentimientos, compartir nuestras alegrías y tristezas y en momentos difíciles podemos recibir una ayuda o un consejo valioso para solucionar algunos de nuestros problemas. Mejor aún podemos compartir nuestra felicidad y desarrollo personal mutuo.

La amistad es muy importante para nuestro desarrollo integral como seres humanos; es un verdadero valor que debemos cuidar y fomentar.

Para terminar deseo compartir un pensamiento de Albert Camus, filósofo y escritor francés, Premio Nobel de Literatura 1957, que dice: “No camines en frente de mí, porque quizás no te pueda seguir. No camines detrás de mí, porque quizás no te puede guiar. Camina a mi lado y sé mi amigo”.

martes, 16 de agosto de 2011

Somos lo que son nuestros pensamientos

Nosotros somos lo que pensamos que somos y estamos donde estamos debido a nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos crean nuestro presente, nuestro futuro, nuestra realidad. Los pensamientos positivos crean resultados positivos; lamentablemente también es cierto que pensamientos negativos crean resultados negativos.

Debemos tener siempre presente que nuestros pensamientos son los que nos hacen cómo somos. Todo, absolutamente todo, se genera primero en nuestra mente. Nadie puede ser o llegar a ser algo que no ha pensado. Si tenemos pensamientos de grandeza y optimismo, seremos grandes y optimistas. Si tenemos pensamientos mediocres y pesimistas, seremos mediocres y pesimistas. De ahí que es importante que pensemos en todo momento positivamente. Nuestros pensamientos y nuestra actitud mental son los que determinan nuestro destino.

Marco Aurelio, filósofo y emperador romano, en sus Meditaciones expresó: “nuestras vidas son la obra de nuestros pensamientos”. Soren Kierkegaard, teólogo y filósofo danés, dijo: “Nuestra vida siempre expresa el resultado de nuestros pensamientos dominantes”. Ralph Waldo Emerson, filósofo estadounidense, expresó: “una persona es lo que piensa que es”. Buda (Siddharta Gautama), príncipe indio fundador del budismo, igualmente expresó: “todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado”. Es decir, a través de todos los tiempos y en diferentes lugares se ha reconocido el gran poder que tienen nuestros pensamientos.

Es por eso que tenemos que ser conscientes que el poder del pensamiento juega un rol determinante en la calidad de la vida que deseamos vivir. Estudios recientes en el ámbito de la medicina concluyen que muchas de las enfermedades y dolencias de los seres humanos tienen su origen en la mente. Mi amigo y compañero de promoción, el Dr. José Manuel Huamán Elera, experto en medicina psicosomática, hace poco me comentó que de acuerdo a su experiencia muchas de las enfermedades del cuerpo son enfermedades del alma y que lo ha podido comprobar durante más de 30 años como médico. Por lo tanto, nuestros pensamientos también tienen una gran influencia sobre nuestra salud.

Todo lo que percibimos en el mundo físico tiene su origen en el mundo interno, invisible, de nuestros pensamientos y creencias. Si deseamos ser los que dirigimos nuestro propio destino tenemos que controlar nuestros pensamientos dominantes. Al hacerlo atraeremos a nuestra vida lo que escojamos ya que nuestros pensamientos crean nuestra realidad. El pensamiento es como un poderoso imán que tiene una gran fuerza de atracción o como una gran luna de aumento que atrae los rayos solares y los aumenta.

Todo, absolutamente todo lo que ha sido creado en este mundo, primero se originó en un pensamiento. Todo lo que no es natural es el resultado del poder del pensamiento. Hay innumerables ejemplos de esta realidad. Sólo en los últimos años y a una velocidad vertiginosa podemos apreciar como el poder del pensamiento ha impactado nuestro mundo. Un ejemplo de esto es el Internet. Mediante el uso cada vez más frecuente de Internet, las telecomunicaciones nos permiten estar en contacto con alguien sin tener en cuenta ni la distancia ni el tiempo y tener acceso, casi instantáneamente a archivos, bibliotecas y museos del mundo.

La fuerza del pensamiento es una de las fuerzas creativas más potentes del ser humano. Todo lo que tenemos en la actualidad se generó, primero, en la mente de alguien. Conscientes de la gran fuerza de nuestros pensamientos, de esa gran energía, edifiquemos nuestra vida con pensamientos positivos, optimistas, de esperanza, de confianza, de salud, de alegría y de felicidad.

Cambie sus pensamientos y usted cambia su mundo, esto es una realidad.

lunes, 1 de agosto de 2011

Nuestra actitud es determinante

El pionero de la psicología americana y filósofo estadounidense, William James, en uno de sus libros sobre psicología expresó, en el siglo XIX, que nuestra actitud es opcional y “que una de los grandes descubrimientos de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas si es que cambian sus actitudes de la mente”. Su gran contribución ha sido determinar que la actitud es una opción de la persona y que podemos escoger cómo pensar y, por lo tanto, cómo actuar.

Y, ¿qué es la actitud? La actitud es la forma de actuar de una persona, es su comportamiento ante los acontecimientos de la vida. Se dice que hay tres componentes en la actitud. Es lo que se piensa (fundamentalmente), lo que se hace y lo que se siente.

Thomas Jefferson, tercer presidente de EE.UU. y el autor principal de la Declaración de Independencia de EE.UU., escribió: “nada puede detener a una persona con la actitud mental correcta de lograr su meta; nada en el mundo puede ayudar a una persona con la actitud mental incorrecta”.

Nosotros somos lo que somos y estamos donde estamos debido a los pensamientos que dominan nuestra mente. La actitud es un hábito del pensamiento y los hábitos se pueden adquirir. Para estar en condiciones de hacer el mejor uso de esa gran energía debemos tener la actitud correcta, es decir, una actitud mental positiva.

Está demostrado que la actitud es más importante que la aptitud. Una persona con muchas aptitudes si no tiene la actitud correcta no logrará nada significativo. Por el contrario, una persona con la actitud correcta puede lograr todo lo que se propone. Hay estudios que demuestran que la actitud en las personas de éxito representa el 80 por ciento mientras que la aptitud sólo el 20 por ciento.

Con una adecuada actitud mental tendremos pensamientos positivos, constructivos, creativos, actuaremos con optimismo y motivación para fijarnos metas y hacer todo lo que sea necesario para realizarlas. Con la adecuada actitud siempre tendremos la expectativa de lograr el éxito en todo lo que nos propongamos.

Como muchas de las alternativas que tenemos durante nuestra existencia, nosotros podemos escoger por tener una actitud metal positiva o una actitud mental negativa ante la vida. Numerosos estudios a través de los tiempos demuestran que las personas con una actitud mental positiva tienen más éxito en lograr sus metas y disfrutan más durante su recorrido en este mundo.

Pensemos que estamos en este mundo por un período limitado de tiempo y que vale la pena pensar positivamente para disfrutar de la belleza y oportunidades que nos brinda este mundo.

Para mantener siempre una actitud correcta debemos hacerlo con un esfuerzo consciente. Recordemos que los pensamientos tienen gran fuerza y que se reflejan en nuestra actitud. Tengamos siempre pensamientos positivos para tener la actitud mental necesaria para lograr nuestras metas, tener éxito y ser felices.

Napoleón Hill, en su serie de libros The Law of Success (La Ley del Éxito) escribió: “Su actitud mental es algo que usted puede controlar y debe usar autodisciplina hasta crear una actitud mental positiva – su actitud mental atraerá hacia usted todo para hacer lo que usted realmente es”.

De ahí que lo más remarcable que tenemos cada día es que podemos elegir la actitud con la cual vamos a actuar. Nosotros estamos en control de nuestra actitud. La actitud lo es todo.

lunes, 18 de julio de 2011

Cómo mantenerse motivado

He recibido varias preguntas sobre cómo o qué debemos hacer para mantener nuestra motivación interna. En este artículo expondré algunas herramientas que tenemos disponibles para mantener esa llama interna que nos impulsará, día a día, a seguir haciendo todo lo que sea necesario para realizarnos completamente de acuerdo a nuestras aspiraciones.

Ya sabemos que esa fuerza anímica que desarrollará la confianza en nosotros mismos, la autoestima, el autocontrol y el optimismo radica en nuestra mente. Es un proceso del pensamiento.

Actitud mental positiva. Debemos desarrollar constantemente, hasta que se forme un hábito, el tener una actitud mental positiva y por supuesto rechazar todo pensamiento negativo en cuanto nos llegue. Nosotros siempre tendremos la opción de elegir; elijamos sólo pensamientos positivos. Pensemos que estamos en este mundo por un período limitado de tiempo y que vale la pena pensar positivamente para disfrutar de la belleza y oportunidades que nos brinda la vida. Para mantener nuestra actitud mental positiva debemos hacerlo con un esfuerzo consciente.

Recordemos que los pensamientos tienen gran fuerza y que se reflejan en nuestra actitud. Esto de ninguna manera quiere decir que las personas con actitud mental positiva siempre tienen una vida perfecta y sin dificultades. Por supuesto que no. La diferencia está que estas personas no permiten que esas experiencias negativas cambien su perspectiva de la vida.

Fijación de metas. La fijación de metas es de trascendental importancia. Sin ninguna duda se puede indicar que la diferencia entre una persona de éxito y una que ha fracasado está en la fijación de metas. Con metas claramente definidas crearemos la oportunidad de vivir una vida extraordinaria. Las metas son sueños con una fecha para convertirlos en realidad. El establecimiento de metas es vital para alcanzar el éxito y la felicidad. Todas las personas que han tenido y tienen éxito en la vida tienen claramente definidas sus metas en las diferentes áreas de la vida (físico y salud, mental y educativa, personal y familiar, profesional y financiera, espiritual y ética). Sin metas, sin notarlo, estaremos deambulando por la vida sin hacer uso del gran potencial que Dios nos ha dado. Paul J. Meyer, fundador de Success Motivation Institute, expresó: “la fijación de metas es la mayor fuerza humana para la automotivación”.

Uso de las afirmaciones. Una afirmación es una declaración positiva de lo que se cree es verdad, una verdad en la que se cree y se quiere vivir con ella. Es una declaración que mediante la repetición se implanta en el subconsciente y que influye en fuerzas exteriores para hacer un cambio o reforzar la actitud, el comportamiento o un hábito. Lo que se dice es lo que se obtiene. Este sencillo pensamiento pone en evidencia la fuerza que tienen nuestros pensamientos y las ideas que tenemos en mente y sobre las cuales pensamos con frecuencia. La repetición constante de una afirmación establece, lentamente, que una creencia es posible, que es un hecho, que es real. Cuando esta idea es real en nuestra mente, cuando creemos en ella, empieza a ser real en nuestra vida mental. Buda expresó: “Somos lo que pensamos. Con nuestros pensamientos hacemos nuestro mundo”. Cualquier idea que una persona se repita a sí misma, ya sea falsa o verdadera, acabará por creer en ella y asimilarla. Ralph Waldo Emerson, gran filósofo estadounidense expresó: “Una persona es lo que piensa que es”.

Las afirmaciones afectan tanto a lo físico como a la actitud mental. Si una persona se repite “me siento enfermo o creo que estoy enfermo”, seguramente se enfermará más rápidamente que aquella que se dice “me siento bien”. Las afirmaciones son muy poderosas.

Para que las afirmaciones sean efectivas se debe usar la primera persona del singular, el yo. Deben estar en el tiempo presente. Deben ser positivas. Deben ser concisas y específicas.

La visualización. La visualización es una de las herramientas mentales que debemos utilizar para crear la visión de lo que queremos lograr; sin esa visión no es posible lograr algo. Para lograr algo, primero, tenemos que representar en nuestra mente, con la mayor nitidez posible, lo que deseamos lograr. Cuanto más real y completa sea esa visión, más fácil será lograr lo que nos proponemos.

Para poder representar el futuro en la mente se requiere de gran imaginación. Aquí es que debemos usar ese don maravilloso que es la imaginación para representar en nuestra mente todo lo que queramos. Para lograr algo en la vida, primero hay que representar en la mente lo que se quiere lograr y esa representación debe ser clara y nítida. La visualización es una etapa esencial en la planificación para lograr el éxito.

La visualización es un proceso, es un arte y para llegar a dominarlo hay que practicarlo. Conforme visualicemos mejor tendremos más energía creativa para representarnos en la mente lo que querremos ser, lograr, obtener en nuestra autorrealización hacia el éxito y la felicidad. Robert Collier, autor de varios libros de inspiración, expresó: “Visualice lo que quiere, véalo, siéntalo, crea que es posible. Hágase un plano mental y empiece a construirlo”.

En resumen, para estar motivados internamente, día a día, tenemos que mantenernos activos y continuamente reforzar nuestra motivación con actitud mental positiva, estableciendo metas a corto, mediano y largo plazo que tengan gran valor para nosotros mismos y hacer uso de las diferentes herramientas mentales que tenemos a nuestra disposición como las afirmaciones y la visualización. Hay algunos que dicen que la motivación es pasajera, de corta duración, que no queda, que es efímera. A esas personas se les podría decir que el baño diario o el desayuno, por ejemplo, tienen las mismas características y sin embargo se requieren diariamente para mantenernos en forma saludable.

Para que la motivación interna haga sus efectos y permanezca tendrá que mantenerse activa; es decir, hay que motivarse todos los días. Al igual que nuestros cuerpos se nutren diariamente con alimentos y nuestros músculos se fortalecen con los ejercicios, para que nuestra motivación interna sea parte de nuestro ser debemos mantenerla y reforzarla diariamente.

lunes, 4 de julio de 2011

La Motivación Personal es clave para el éxito

Todos sabemos, de alguna manera u otra, que la motivación es fundamental para lograr algo de valor y de trascendencia en la vida, tanto en el campo personal como en el profesional. La gran interrogante que se nos presenta es cómo podemos estar constantemente motivados en nuestro quehacer diario para lograr que nuestros sueños se conviertan en realidad.

Sabemos, igualmente, que hay dos grandes clases de motivación, la externa o extrínseca y la interna o intrínseca. Todos, sin excepción, desde pequeños hemos sido motivados por alguna de las formas de motivación externa mediante los premios y castigos por nuestros padres, después por nuestros profesores y posteriormente en nuestros centros de trabajo. Nosotros, a su vez, empleamos esta motivación externa en nuestros hogares y en el campo profesional. Esta motivación es efectiva pero al mismo tiempo es temporal y es generada por un agente externo. Esta motivación externa se ha aplicado y se seguirá aplicando.

La motivación interna o intrínseca es la que realmente debemos desarrollar ya que está en nosotros mismos y es gracias a ella que lograremos realizar las metas que nos fijemos y es la que nos llevará a tener éxito. Es la acción mental que nos permitirá mantener el entusiasmo en todo lo que hagamos.

La importancia de la motivación interna es que radica en nuestra mente; por lo tanto, es un proceso del pensamiento. Es la fuerza anímica que permitirá desarrollar la confianza en nosotros mismos, la autoestima, el autocontrol y el optimismo. Es realmente el motor que tenemos dentro de nosotros mismos que constantemente nos impulsará hacia adelante. Norman Vincent Peale, en su libro El poder del pensamiento positivo expresó “si usted cambia sus pensamientos, cambia su mundo”.

Con motivación interna, la automotivación, usted será una persona optimista con entusiasmo, iniciativa, actitud positiva, pasión, dinamismo y compromiso total hacia sus metas. El tono de su voz, su apariencia externa, su postura, su mirada, sus gestos, sus acciones serán consistentes con sus pensamientos y con lo que se ha propuesto lograr en la vida.

Para que la motivación interna haga sus efectos y permanezca tendrá que mantenerse activa; es decir que hay que motivarse todos los días. Al igual que nuestros cuerpos se nutren diariamente con alimentos y nuestros músculos se fortalecen con los ejercicios, para que el pensamiento positivo sea parte de nuestro ser debemos mantenerlo y reforzarlo diariamente.

La gran importancia de la motivación interna es que teniéndola nos permitirá reconocer los pensamientos negativos y transformarlos inmediatamente en pensamientos positivos y así seremos personas optimistas, entusiastas, proactivas, con iniciativa y con la correcta actitud para resolver los problemas que encontraremos en nuestro camino hacia el éxito y la felicidad.

Para ayudarnos a estar constantemente motivados, debemos establecer con claridad nuestras metas en todas las áreas de la vida, soñar, combatir y eliminar el miedo de actuar o decidir, y mantener sólo pensamientos positivos en nuestra mente. Nosotros somos lo que pensamos que somos. Debemos persistir hasta que sea parte de nuestro carácter y personalidad. Por todo esto es que la motivación personal es clave para el éxito.

martes, 24 de mayo de 2011

El Amor y la Felicidad en el Matrimonio

Hace unas semanas conversaba con mi esposa, mis dos hijas y varias amigas de mis hijas sobre el matrimonio y la felicidad en el matrimonio. En el grupo habían recién casadas, separadas, divorciadas, un par en su segunda o tercera relación y mi esposa y yo que el año pasado hemos cumplido nuestras Bodas de Oro matrimoniales.

Les mencioné que a lo largo de mi vida había asistido a numerosos matrimonios, de amigos de infancia, de colegio, de trabajo, de mis hijos, de los amigos de mis hijos, de familiares y la característica común en todos, independientemente de las edades y de las circunstancia, es la radiante felicidad de la novia.

Para mí es igualmente notable que en algunos casos, la novia en su segunda o tercera relación muestra, igualmente, esa gran felicidad. También he notado que esa felicidad no sólo es en el momento de la ceremonia sino durante la preparación de la misma.

Posiblemente la mayoría de nosotros ha visto por la TV el matrimonio del príncipe William y Kate Middleton, ahora Duque y Duquesa de Cambridge. La imagen de felicidad de Kate, durante toda la ceremonia, seguramente ha quedado grabada en nuestras mentes y el beso en el balcón del Palacio de Buckingham fue un momento grandioso, que ratifica que todas las novias demuestran felicidad.

Lo que he observado en el caso de los hombres es que la felicidad no se exterioriza de la misma manera, quizás lo que se puede apreciar es un cierto nerviosismo. De una manera simple quizás John Gray lo explica en su interesante libro Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus. La manifestación de las emociones de los hombres y las mujeres es diferente así como los estilos de comunicación. Esta diferencia debemos tenerla en cuenta para lograr la felicidad en el matrimonio.

Ahora la gran interrogante es por qué ese amor y la promesa de permanecer juntos hasta que la muerte los separe que se hacen los novios en presencia de familiares y amigos, en muchos casos, se interrumpe. Conozco casos en que la rotura se produce apenas después de un año de matrimonio, otros después de varios años e inclusive después de cumplir cuarenta años. Tengo un amigo de infancia que piensa que la institución del matrimonio es algo obsoleto y en decadencia; por otro lado, tengo un grupo de amigos que han celebrado sus aniversarios 67, 65, 60, 55. En este artículo voy a tratar de bosquejar algunas ideas de cómo lograr que el matrimonio perdure con amor y felicidad.

Hace dieciocho años una de mis sobrinas me invitó a que leyera la Epístola de San Pablo a los corintios durante la celebración de su matrimonio. Recuerdo perfectamente el hecho ya que me impactó sobremanera las palabras y el mensaje que encierra esa famosa epístola que es un verdadero himno al amor.

«El amor es paciente, es amable; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con rudeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor siempre protege, siempre confía, siempre tiene esperanza y siempre persevera.»

«Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que tañe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. El amor es lo más grande.»

¿Qué es el amor? El amor, en el contexto filosófico es una virtud que representa la bondad, compasión y afección del ser humano. Hay diversas manifestaciones de amor, sin embargo en este artículo trataré únicamente del amor de una pareja, la unión y la formación de un hogar y una familia. Por lo tanto, el amor es el sentimiento afectivo hacia otra persona que nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos, crear y la expectativa de encontrar la mutua felicidad.

¡Amor es lo que el amor es! John Lennon y Paul McCartney, escribieron en 1967, “All you need is love (Todo lo que necesitas es amor)”. El amor es esa unión o conexión entre dos personas que da como resultado confianza mutua, intimidad y una interdependencia que engrandece a ambos. El amor es aceptar las diferencias y descubrir maneras para construir un estilo de vida común, compartir las decisiones y aceptar la misma responsabilidad por los resultados. El amor es una decisión. El verdadero amor se basa en integridad, respeto mutuo, fe y confianza. El amor es aquella fuerza que conduce hacia la unidad y la armonía.

A continuación menciono algunas ideas generales para mantener un matrimonio saludable donde constantemente existan momentos de mutua felicidad.
• La promesa mutua en presencia de testigos es recién el inicio y no el final.
• Mostrar el amor del uno hacia el otro constantemente, día tras día, aunque sea por breves momentos; el amor hay que cultivarlo.
• Besar a su cónyuge en la mañana, al salir de la casa, al regresar a casa, al acostarse y en cualquier otro momento. Un abrazo, una caricia, un beso siempre son saludables.
• Expresar con palabras que se quieren. Mantener el romance.
• Diario respeto mutuo. Tratar siempre a su cónyuge con admiración y alta estima. Nunca criticar al cónyuge en presencia de otras personas. Nunca hablar mal de su cónyuge a otras personas.
• Expresar palabras de aliento, de apoyo, de comprensión; jamás menoscabar la propia estima del cónyuge. No estar quejándose continuamente. Comunicación en ambos sentidos.
• No trate de cambiar la manera de ser de su cónyuge. Debemos siempre tener presente que a la única persona que podemos cambiar es a uno mismo.
• Hacer algo en común; pasar tiempo en común; pero al mismo tiempo respetar el espacio del otro.
• No predisponer a los hijos ante su cónyuge para lograr algo o para encontrar apoyo en ellos.
• No tratar de ganar una discusión; si alguno expresa su descontento por algo, sólo escuchar.
• En una discusión jamás expresar palabras hirientes o soeces a su cónyuge. Evitar el sarcasmo. Siempre hay que respetarse mutuamente. Seguir siempre el mensaje del Apóstol San Pablo, en su carta a los efesios, “si no tenemos algo bueno para decir, mejor no digamos nada”.
• No criticar a los familiares del cónyuge. Por el contrario, usar inteligencia emocional para comprenderlos.
• Ser paciente con las deficiencias que pudiera tener el otro cónyuge y construir el matrimonio en base a las fortalezas de cada uno.
• El cónyuge que está en casa o el que llegue primero (en caso que ambos trabajen) debe esperar con ansias que llegue la pareja después del trabajo o de un viaje, como cuando eran novios.
• Asistir a reuniones sociales y bailar juntos. Mantener la juventud en los corazones.
• Esforzarse para hacer que cada día sea un día mejor para su cónyuge. Darse cuenta de lo que le gusta al cónyuge y apoyarlo en lo que le gusta.
• Desarrollar un hogar donde se sienta amor, comprensión, alegría, felicidad.
• Orar juntos; Juan Pablo II decía “la familia que reza unida permanece unida”.

El matrimonio es una hermosa institución. Es una promesa de amor de uno hacia el otro. Es un compromiso de vivir juntos para ser felices.

El amor es un verbo, es una emoción en acción. Nada debe reemplazar a la presencia, al abrazo, a la caricia, al beso del ser amado. El amor entre la pareja debe ser un continuo dar y recibir. Hay que cultivarlo para que esa felicidad demostrada en la ceremonia del matrimonio continúe floreciente durante toda la jornada. Sí es posible tener un matrimonio feliz, se requiere amor, un compromiso real, paciencia, dedicación, comprensión y decisión.

Las primeras palabras que usted debe decir al despertarse cada día a la persona amada es “Buenos días, mi Amor, te quiero”. Las últimas palabras que usted debe decir cada noche a la persona que está a su lado debe ser “Buenas noches mi Amor, te quiero”.

La felicidad en el matrimonio es una decisión, depende de cada uno de los cónyuges. Un matrimonio feliz es una bendición para los hijos, para la familia, para los amigos, para todos y por supuesto para los mismos cónyuges.

lunes, 16 de mayo de 2011

La actitud es determinante para tener éxito

Todos tenemos un potencial enorme que muchas veces está latente dentro de nosotros y todos, igualmente, deseamos que nuestros esfuerzos sean compensados con buenos o excelentes resultados. La mayoría de nosotros también está dispuesto a trabajar con inteligencia, dedicación y duramente para lograr el éxito y la felicidad. Cada uno de nosotros tiene la habilidad para poner en acción ese potencial que tenemos con el fin de obtener el resultado que deseamos. Muchas veces tenemos que hacer algún cambio en nuestro comportamiento habitual para lograr nuestras metas y lo importante es que el proceso de cambio también está en nosotros y empieza con nosotros.

Por eso es que debemos tener conciencia que lo que determina el nivel de nuestro potencial, lo que produce la intensidad de nuestras acciones y predice la calidad de los resultados que obtendremos es nuestra actitud.

Nuestra actitud es la que determinará nuestra calidad de vida. Nuestra actitud es la que fijará la grandiosidad de nuestros sueños y la que influirá en nuestra determinación, perseverancia y confianza para enfrentar los riesgos inherentes ante toda nueva situación. Y lo más grande es que nosotros somos los únicos que tenemos control sobre nuestra actitud. Posiblemente hayan personas que tratarán de influir negativamente sobre nuestra forma de pensar o actuar pero nadie tendrá el control sobre nuestra actitud.

Tener la actitud correcta es fundamental para tener éxito en la vida. Nuestra actitud determinará nuestro comportamiento ante la vida y si esa actitud está basada en sólidos principios éticos y morales con pensamientos positivos y de optimismo fácilmente se reflejará en nosotros, en nuestra mirada, en nuestros gestos, en nuestra manera de ser, en nuestros sentimientos, en nuestra forma de hablar y se trasmitirá a todos los que nos rodean.

Está demostrado que la actitud es muy importante para lograr algo en la vida. La actitud es más importante que la aptitud. Una persona con muchas aptitudes si no tiene la actitud correcta no logrará nada significativo. Por el contrario, una persona con la actitud correcta, con actitud mental positiva, puede lograr todo lo que se propone.

Nosotros somos lo que somos y estamos donde estamos debido a los pensamientos que dominan nuestra mente. La actitud es un hábito del pensamiento y los hábitos se pueden adquirir. Depende de su actitud para ver todo lo que esté a su alrededor, para enfrentar las diferentes situaciones que encontrará o enfrentará, para pensar sobre la vida y actuar. La diferencia entre una actitud positiva o negativa podría ser la diferencia entre una vida positiva o negativa o entre éxitos o fracasos o entre la excelencia o la mediocridad.

Con justa razón se dice que la actitud es más importante que los hechos. Es más importante que el pasado, la educación, las circunstancias, los fracasos, los éxitos o lo que otras personas puedan pensar, decir o actuar. Nosotros no podemos cambiar lo inevitable. No podemos cambiar el pasado. No podemos cambiar a otras personas. Pero sí podemos cambiar nuestra actitud y lo más importante de todo es que podemos escoger la actitud que tendremos hoy.

William James, filósofo y psicólogo estadounidense, expresó: “es nuestra actitud al inicio de una tarea difícil, más que cualquier otra cosa, lo que afectará el éxito o fracaso del resultado”.

La actitud es determinante para lograr éxito y la felicidad en la vida.

domingo, 1 de mayo de 2011

La habilidad para solucionar problemas es clave para el éxito

Henry J. Kaiser, famoso industrial estadounidense que adoptó técnicas modernas para la fabricación de barcos durante la Segunda Guerra Mundial, expresó “los problemas son sólo oportunidades que vienen en ropas de trabajo”.

De alguna u otra forma todos nos enfrentamos a problemas en nuestro quehacer diario; los problemas pueden ser grandes o pequeños, simples o complejos, fáciles o difíciles de solucionar. Dependiendo de la situación en que nos encontremos en un momento dado e independientemente de la naturaleza de los problemas, es fundamental para lograr el éxito en todas las áreas de la vida que desarrollemos la habilidad para encontrar maneras para solucionarlos. Es importante para lograr éxito que desarrollemos la confianza que somos capaces de resolver los problemas que tengamos en nuestro hogar, en nuestro centro de trabajo, trabajando en equipo o liderando una actividad.

La habilidad para resolver problemas es sumamente importante en nuestra carrera profesional. Muchas veces, el resolver problemas es parte de la actividad diaria; ya sea solucionando un problema interno o externo de la empresa, apoyando a aquellos que están solucionando un problema o descubriendo nuevos problemas que tenemos que resolver para continuar el desarrollo y el progreso.

La confianza en resolver problemas la podemos desarrollar teniendo un buen proceso básico para enfrentar un problema y solucionarlo. Cuando tenemos un proceso, los problemas se pueden resolver más fácilmente y más efectivamente. Si no tenemos un proceso básico, es posible que las soluciones que se encuentren no sean efectivas, o que nos entrampemos en algún problema o que nos lleve mucho tiempo resolverlo. Y a veces esta demora puede ocasionar consecuencias negativas.

Norman Vincent Peale, en su interesante libro El Optimista Tenaz, dice: “los problemas son para la mente como el ejercicio es para los músculos, una forma de fortalecerse. Los problemas aumentan la capacidad para hacer frente a la vida”.

Cuando nos enfrentemos a un problema, tenemos que pensar que todo problema tiene solución y la mayoría de las veces más de una solución. Asimismo debemos enfrentar los problemas con imaginación, esperanza, optimismo, confianza y actitud mental positiva.

De una manera general, hay cuatro etapas básicas para la solución de problemas:

1. Definir el problema. Esta etapa es fundamental ya que si logramos definir o determinar con exactitud el problema se habrá avanzado bastante. Hay que preguntarse ¿cuál es el problema?, ¿en qué consiste el problema? Y ¿cuál es la causa o causas del problema? Con mucha razón se dice que un problema bien planteado es un problema medio solucionado. Hay que determinar con toda claridad cuál es realmente el problema y no sus síntomas. Las preguntas ¿qué? ¿cuándo? ¿dónde? ¿cómo? ¿quién o qué? y ¿por qué? ayudan a la correcta definición del problema.

2. Generar alternativas para solucionar el problema. En esta etapa hay que hacer uso de la imaginación y creatividad para encontrar las diferentes alternativas disponibles para dar solución al problema. Dependiendo de la complejidad del problema será necesario encontrar las posibles alternativas desde diferentes puntos de vista. Hay problemas relativamente sencillos que se pueden resolver rápidamente; quizás para problemas más complejos se requiera de la participación de otros, de acuerdo a sus especialidades, o hacer diagramas de flujo que permitan graficar los diferentes pasos necesarios para dar solución al problema.

3. Evaluar y seleccionar las alternativas. Una vez que tengamos las diferentes alternativas posibles debemos evaluarlas en base a ciertos parámetros que debemos fijar, tales como tiempo, recursos, costo y consecuencias. Una vez que hagamos la evaluación debemos definir por la alternativa más conveniente para nosotros.

4. Implementar la solución. La última etapa de este proceso básico es poner en acción lo que hemos determinado para dar solución al problema. Es de suma importancia que una vez que se llega a la decisión hay que actuar con prontitud. La experiencia ha demostrado con amplitud que llegar a una decisión es de gran valor y que el siguiente paso – importante – es actuar. La acción es lo que permite que un problema sea resuelto.

En forma general se recomienda que una vez que se toma la decisión no hay que detenerse para efectuar nuevas reflexiones y esperar a tener más información ya que esto conduce a vacilaciones, crear dudas, prolongar el problema y demorar en su solución. Tenemos que recordar que muchas veces no es posible contar con toda la información para poder resolver un problema.

En resumen, ante un problema debemos definirlo de la mejor forma posible, sabiendo que un problema bien definido es un problema medio resuelto. A continuación con imaginación y creatividad debemos establecer las posibles alternativas que den solución al problema; luego evaluarlas y decidir por la mejor alternativa y finalmente actuar para dar solución al problema.

lunes, 18 de abril de 2011

La inteligencia emocional es clave para el éxito y la felicidad

Howard Gardner, psicólogo, actual profesor de la Escuela de Graduados de la Universidad de Harvard, que ha recibido numerosos títulos honoríficos de universidades alrededor del mundo, en 1980 estableció su teoría de inteligencias múltiples; en su libro Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences (Estructuras de la Mente: La teoría de las inteligencias múltiples), indicó que existen ocho tipos diferentes de inteligencia, distintas e independientes pero relacionadas entre sí.

Los tipos de inteligencia, según Gardner, son: lingüística o verbal, espacial, lógica-matemática, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Gardner, en su teoría, igualmente indica que la inteligencia se puede desarrollar y no es algo innato e inamovible.

Daniel Goleman, Ph.D., psicólogo, también de Harvard, en su libro Emotional Intelligence (Inteligencia Emocional), publicado en 1995, que se convirtió en un Bestseller, popularizó el término de inteligencia emocional (IE).

La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer nuestras propias emociones, comprender su significado y entender que las emociones de uno mismo afectan a las personas que están a nuestro alrededor. La inteligencia emocional también involucra la percepción que se tiene de otras personas y que cuando se entiende lo que las otras personas sienten nos permite manejar nuestras relaciones de una manera más efectiva.

Tanto Gadner como Goleman coinciden que nosotros tenemos varias inteligencias, que generalmente una o más de una están más desarrolladas que otras y que nosotros podemos desarrollarlas conscientemente para vivir la vida con más plenitud.

Este artículo trata sobre la importancia de la inteligencia emocional para lograr el éxito y la felicidad. Las personas con IE desarrollada generalmente logran las metas que se proponen porque tienen en cuenta, fundamentalmente, la importancia de las relaciones interpersonales en la vida.

Según Goleman la IE tiene los siguientes elementos: conocimiento de sí mismo, control de sí mismo, automotivación, empatía y sociabilidad. La IE es clave para tener éxito y lograr la felicidad.

El conocimiento de sí mismo es importante ya que nos permite conocer nuestras emociones y manejarlas de acuerdo a la situación y no permite que nuestras emociones dirijan nuestras vidas. Nos permite incrementar nuestra confianza en nosotros mismo. Nos permite, asimismo, conocer nuestras fortalezas y debilidades para trabajar sobre ellas.

El control de nosotros mismos, o autocontrol, nos permite controlar nuestras emociones e impulsos. Nos permite pensar antes de actuar para no actuar en forma impulsiva. Nos permite controlar nuestra ira o nuestras reacciones ante situaciones imprevistas o desagradables. Nos permite actuar en forma reflexiva, íntegra, aceptar el cambio con comodidad y nos permite decir no cuando no estamos de acuerdo.

La automotivación es fundamental para ser proactivos, establecer metas y planes hasta lograr lo que nos hemos propuesto. Nos permite establecer metas a corto, mediano y largo plazo así como aceptar resultados parciales sin perder de vista nuestros grandes objetivos.

La empatía quizás sea el segundo elemento más importante de la IE. La empatía es la habilidad de identificar y entender los puntos de vista, necesidades y lo que quieren las personas que están alrededor de nosotros. La empatía es sumamente importante para las buenas relaciones con nuestro cónyuge, hijos, familiares, amigos y colegas. Con empatía tendremos la capacidad real de escuchar a las otras personas y comprenderlas. Con adecuada empatía no seremos propensos a juzgar rápidamente a las otras personas.

La sociabilidad es la habilidad para tener buenas relaciones con otras personas. Generalmente permite tener buena comunicación con otras personas y aptitud para trabajar en equipo.

Conscientemente debemos desarrollar estas habilidades para tener la adecuada IE que nos permita tener éxito en nuestras relaciones personales y familiares así como en el trabajo. Para ser un buen líder se debe tener una IE desarrollada.

Daniel Goleman expresa: "Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad".

Las personas con elevada inteligencia emocional suelen ser socialmente equilibradas, extrovertidas, alegres, sin preocupaciones, con capacidad para comprometerse con las causas y las personas, adoptan responsabilidades, tienen vida emocional apropiada, se sienten contentas con ellas mismas, con sus semejantes y con el entorno social donde actúan.

En resumen se puede decir que la inteligencia emocional enfatiza la importancia de las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona cuando se enfrenta a momentos difíciles y tareas importantes y que es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos. La inteligencia emocional es uno de los factores más importantes que contribuyen al éxito personal y profesional; determina la calidad de las relaciones humanas y la productividad. Debemos, por lo tanto, desarrollar nuestra inteligencia emocional para hacer uso al máximo de nuestro potencial, lograr el éxito y la felicidad y así vivir la vida a plenitud.

sábado, 2 de abril de 2011

¡Seamos Optimistas!

William James, filósofo del pragmatismo y psicólogo estadounidense expresó: “el más grande descubrimiento de mi generación es que el ser humano puede alterar su vida si altera la actitud de su mente”.

Charles R. Swindoll, notable pastor y autor de más 30 libros, una vez manifestó: “Cuanto más tiempo vivo, más me doy cuenta del impacto de la actitud en la vida. La actitud, para mí, es más importante que los hechos. Es más importante que el pasado, que la educación, que las circunstancias, que los fracasos, que el éxito, que lo que otras personas piensen o hagan. Es más importante que la apariencia, inteligencia o las habilidades. Puede hacer o destruir una compañía o un hogar. Lo más importante es que todos tenemos la posibilidad de elegir cada día con respecto a la actitud que vamos a tener durante ese día. Nosotros no podemos cambiar el hecho de cómo actuarán otras personas ante algún evento. Nosotros no podemos cambiar lo inevitable. Pero sí podemos hacer uso de lo que tenemos. Lo único que sí podemos tener control es sobre nuestra actitud. Estoy convencido que la vida es el 10 por ciento de lo que me sucede y el 90 por ciento de la forma cómo reacciono ante esos eventos. Y, por supuesto, también lo es para usted. Nosotros tenemos control sobre nuestra actitud”.

Por lo tanto, nosotros tenemos total control sobre nuestra actitud. Nosotros podemos elegir ser optimistas o pesimistas. El optimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable y el pesimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable.

Hay numerosos estudios que muestran que los optimistas viven más tiempo así como también que el optimismo puede extender nuestra vida. “Los optimistas tratarán de evitar y escapar de los eventos negativos” y que “las personas optimistas son más felices que los pesimistas”, dice Martin E.P. Seligman, psicólogo de la Universidad de Pennsylvania. La Dra. Becca Levy, psicóloga social de la Universidad de Yale, expresa que tuvo gran sorpresa de encontrar que una característica psicológica como la felicidad puede ser un indicador de la longitud de la vida. Las investigaciones sobre este tema también concluyen que el optimismo contribuye a la buena salud y el pesimismo contribuye a la enfermedad.

El optimismo y el pesimismo, básicamente, son actitudes. Las actitudes forman toda nuestra existencia. Nuestro optimismo o pesimismo define la manera cómo interpretamos el pasado; la manera cómo experimentamos y vemos el presente; y la manera como imaginamos nuestro futuro.

Gottfried Wilhelm Leibniz, matemático y filósofo alemán (Siglo XVII), que desarrolló el cálculo infinitesimal y redefinió el sistema binario numérico, base de la computación digital, como filósofo se caracterizó por su optimismo y sobre la importancia del optimismo en nuestras vidas.

A continuación indico algunas de las diferencias entre el optimismo y el pesimismo.
 El optimismo inspira vida cada día; mientras que el pesimismo desanima y desalienta.

 El optimismo le ayuda a tomas riesgos; mientras que el pesimismo busca la total seguridad y nunca se logra mucho.

 El optimismo mejora a todos los que están a su alrededor; mientras que el pesimismo los deprime.

 El optimismo inspira a las personas a realizarse y a lograr grandes cosas; el pesimismo disminuye las aspiraciones de las personas.

 El optimismo y el pesimismo son iguales ya que ambos son profecías que tienen la tendencia a realizarse por sí mismas. Si usted es un optimista, encontrará que continuamente le suceden cosas buenas. Y, si es un pesimista, seguramente se encontrará a menudo en situaciones que no son tan buenas.

Nosotros tenemos la capacidad de elegir, en todo momento, en pensar en lo peor que puede pasar o pensar en las buenas cosas en cada situación. El optimismo es una fuerza en la vida. El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar los obstáculos y dificultades con buen ánimo, nos permite descubrir lo positivo de las personas y las circunstancias, realza la confianza en nosotros mismos y nos permite continuar con perseverancia hasta lograr las metas que nos hemos propuesto.

¿Qué podemos pensar sobre ese clásico ejemplo, si el vaso está medio vacío o medio lleno? Parecería que la mejor respuesta es que el vaso está medio lleno y medio vacío; pero nosotros estamos mejor si pensamos que el vaso está medio lleno.

En conclusión, nosotros podemos elegir ser optimistas y positivos para tener una vida más saludable, más activa, lograr más, ser felices y disfrutar plenamente durante toda nuestra maravillosa jornada en este hermoso mundo. ¡Seamos optimistas!

miércoles, 16 de marzo de 2011

Importancia de la Motivación

La motivación personal es muy importante para lograr el éxito en la vida personal y profesional. La motivación es una acción mental para animar o animarse a ejecutar algo con entusiasmo, interés y diligencia. Es influir en el ánimo para proceder de un modo determinado.

La motivación generalmente es vista como la aplicación de una fuerza externa o interna que induce a ejecutar una acción para obtener algo agradable o para evitar algo desagradable.

La motivación es una fuerza real que hace que una persona o grupo de personas realicen esfuerzos extraordinarios para lograr un determinado objetivo en un momento dado. Esa fuerza anímica es usada por los líderes para lograr resultados especiales o para crear un ambiente favorable para realizar grandes esfuerzos.

La motivación es usada por los entrenadores de equipos deportivos en competencias para crear un espíritu de equipo y una cohesión moral en todos los miembros del equipo en un evento específico. Mediante la motivación se logra la preparación psicológica para realizar grandes esfuerzos o lograr una superación personal. Claude Bristol, en su extraordinario libro The Magic of Believing (La magia de creer), expresa: “Crea en las fuerzas motivadoras que le permitirán lograr sus objetivos”.

La importancia de la motivación radica en la mente; es un proceso del pensamiento y el deseo o voluntad de pensar siempre positivamente es lo que determinará cómo se percibe y se reacciona a todo lo que está a nuestro alrededor.

Básicamente se puede afirmar que hay dos tipos de motivación: externa e interna. Desde tiempos inmemorables se ha empleado la motivación externa para incentivar a las personas a lograr algo o a actuar bajo un patrón de comportamiento dado. Dentro de estos tipos de motivación se encuentran los premios y castigos. En las familias y en los centros de trabajo se han usado, se usan y probablemente se seguirán usando estos dos tipos de motivación externa. Todos, si nos ponemos a pensar por un momento, tenemos ejemplos vívidos de estos dos tipos de motivación externa.

Tanto la motivación por el incentivo o recompensa como la motivación por el miedo son efectivas pero tienen una gran debilidad común, no son permanentes y son administradas por un agente externo (padres, maestros, jefes); por lo tanto, no es propio de la persona misma, no es auténtica ya que responde a los intereses particulares de ese agente exterior.

La motivación que nos interesa, la que tiene más fuerza, la que es permanente, propia de nosotros mismos, es la motivación interna, la automotivación. Esta motivación es muy superior a las motivaciones externas; es más difícil de adquirir pero puede ser desarrollada, estimulada y mantenida hasta que sea parte inherente de nuestra manera de ser.

La automotivación es la habilidad de hacer algo sin la ayuda o influencia de alguien. Es la motivación que usted mismo se genera; que es propia y por lo tanto no depende ni está sujeta a terceras personas. Es la fuerza anímica que le ayudará a incrementar la confianza en sí mismo, la autoestima, el equilibrio mental, el autocontrol y la aceptación de solamente pensamientos positivos para lograr las metas que usted mismo se fije, lograr el éxito y la felicidad en base al potencial ilimitado que usted posee.

Con automotivación usted será una persona optimista con entusiasmo, iniciativa, actitud positiva, pasión, dinamismo y compromiso total hacia sus metas. El tono de su voz, su apariencia externa, su postura, su mirada, sus gestos, sus acciones serán consistentes con sus pensamientos y con lo que se ha propuesto lograr en la vida.

Con automotivación usted tendrá esa fuerza interna que será como un motor potente que le impulsará constantemente hacia adelante hasta la consecución de sus metas. Conforme vaya logrando éxitos parciales su automotivación aumentará y se hará más fuerte hasta convertirse en algo inherente a usted mismo.

Para que la motivación interna haga sus efectos y permanezca tendrá que mantenerse activa; es decir todos los días. Al igual que nuestros cuerpos se nutren diariamente con alimentos y nuestros músculos se fortalecen con los ejercicios, para que el pensamiento positivo sea parte intrínseca de nuestro ser debemos mantenerlo y fomentarlo diariamente.

Con motivación interna seremos capaces de reconocer los pensamientos negativos y transformarlos inmediatamente en pensamientos positivos y así seremos personas optimistas, entusiastas, proactivas, con iniciativa y con la correcta actitud para resolver los problemas que encontraremos en nuestro camino hacia el éxito y la felicidad.

La motivación es importante para todas las decisiones que debemos tomar. Para ayudarnos a estar constantemente motivados, debemos establecer con claridad nuestras metas en todos las áreas de la vida, soñar, combatir y eliminar el miedo de actuar o decidir, y mantener sólo pensamientos positivos en nuestra mente. Nosotros somos lo que pensamos que somos. Debemos persistir hasta que nuestra pasión interna sea parte de nuestro carácter y personalidad.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Usemos nuestro potencial

Nosotros somos hechos a imagen y semejanza de Dios y, por lo tanto, somos únicos con inteligencia, racionalidad y espiritualidad. Todos tenemos habilidades y talentos que podemos desarrollar. Todos tenemos un enorme potencial dentro de nosotros mismos; ese potencial es practicamente ilimitado. Todo lo que seamos capaces de imaginar y visualizar lo podremos lograr.

Muchas de las barreras que limitan nuestro accionar son barreras mentales que nosotros mismos, en algún momento de nuestra vida y a veces sin darnos cuenta, nos hemos puesto. Esas barreras impedirán que desarrollemos el enorme potencial que todos tenemos.

Hay que eliminar esas barreras mentales para tener éxito, ser felices y disfrutar la vida a plenitud. Recuerde siempre, si usted piensa que puede, puede; si piensa que no puede, no puede, todo está en nuestros pensamientos y en nuestra actitud mental.

Cualquier cosa que usted pueda visualizar y querer podrá ser suya si usted se lo propone, se fija una meta para lograrla y actúa de acuerdo a un plan determinado.

Todos debemos reconocer que en el mundo hay gran abundancia. Esto es una realidad, tenemos que convencernos de ello; hay gran abundancia en todo lo que nos rodea y también hay gran abundancia dentro de nosotros mismos. Cuando apreciamos la naturaleza, podemos apreciar abundancia y nos maravillamos por eso. En la bóveda celeste hay millones de estrellas, muchas aún sin descubrir. En los océanos, mares y ríos hay millones de peces de diversas especies. La flora y fauna marina y terrestre están compuesta de millones de especies. En la tierra misma hay gran variedad de minerales, metales e hidrocarburos. En el aire que nos rodea hay abundancia de oxígeno y de otros gases. Es decir, en nuestro mundo hay abundancia por doquier.

Todos, igualmente, tenemos dentro de nosotros mismos una gran abundancia de recursos mentales y espirituales que debemos usar para realizarnos plenamente. El potencial ilimitado que poseemos es parte de la gran abundancia que existe en este mundo.

El Dr. Wayne Dyer, en su libro Real Magic: Creating Miracles in everyday Life expresa: “Dese cuenta que no hay límites. El poder de la mente es enorme. Nosotros somos lo que pensamos cada día que somos. Nuestras vidas son lo que nuestros pensamientos crean”. Con la mente podemos lograr todo lo que deseamos.

La habilidad de desarrollar el potencial ilimitado que poseemos no está reservada sólo para el uso exclusivo de algunos cuantos privilegiados o elegidos. Todos tenemos ese enorme potencial y depende de nosotros si lo usamos o no.

La superación constante del ser humano se aprecia en todos los campos de la vida: deportes, medicina, electrónica, telecomunicaciones, etc. La posibilidad de superación es una condición intrínseca de la persona. Siempre hay la posibilidad de ser mejor y hacer mejor. En la parte espiritual, en la capacidad de su mente, usted siempre puede ser mejor o hacer algo mejor. Lo mejor de cada persona está siempre por lograrse. Lo mejor de usted, cualquiera que haya sido lo que ha logrado hasta este momento, todavía está por realizarse.

Pero ¿cuáles son sus límites? Nadie conoce los reales límites de la capacidad humana. Lo que sí es cierto, lo que es real, es que usted posee una sorprendente abundancia de habilidades y talentos que todavía no ha hecho pleno uso de ellos o que todavía no los ha explorado. Lo que usted ha logrado hasta ahora es apenas una pequeña muestra de lo que puede lograr si hace uso de su potencial que está latente.

Ena Ferrell y Paul C. Ferrell, en su libro The Subconscious Speaks (El subconsciente habla) expresan: “Hay una facultad, desarrollada o no, que está durmiendo en cada ser humano que podrá capacitar a esa persona a tener éxito, si el deseo de éxito está en su mente consciente”.

Pese a la gran abundancia existente en la naturaleza y en la vida, las expectativas de muchas personas son muy limitadas, son minúsculas. En la gran mayoría de las personas, hay una cierta complacencia con lo que se es, con lo que se ha logrado y por eso tienen aspiraciones muy limitadas o, peor aún, no tienen aspiraciones. El éxito y la felicidad están a disposición de las personas que hacen uso de lo que tienen dentro de sí mismas.

Brian Tracy, experto motivador, expresa: “Usted tiene dentro de su ser, ahora mismo, todo lo que necesita para lograr lo que se fije”.

Orison Swett Marden, fundador de Success Magazine, expresa: “Hay poderes dentro de usted; si puede descubrirlos y usarlos, harán de usted todo lo que ha soñado o imaginado ser”. “Nuestros pensamientos e imaginación son los únicos límites reales de nuestras posibilidades”.

Usted tiene dentro de sí un poder ilimitado. Atrévase a usarlo. Piense en grande. Use su imaginación. Confíe en subconsciente computador. Fíjese metas que sean verdaderos retos a su capacidad y creatividad. Use su potencial.

James T. Mccay, en su libro The Managemet of Time (La administración del tiempo) expresa: “cualquiera que sea el nivel de su habilidad, usted posee más potencial, el cual nunca logrará desarrollar a plenitud durante su vida”.

Norman Vincent Peale, en su libro el Poder del pensamiento tenaz, dice: “Lo mejor que usted puede ser está aún por ser”.

El potencial de nuestra mente depende y está limitado solamente por lo que creemos o no creemos que es posible lograr lo que nos proponemos o no.

Usted puede si cree que puede. Haga uso de su enorme potencial que está dentro de usted; piense en grande, confíe en sus talentos y habilidades para vivir una vida a plenitud, lograr el éxito y ser feliz.

lunes, 21 de febrero de 2011

La fuerza de la actitud positiva

La actitud de una persona ante la vida es determinante para vivir la vida a plenitud o para deambular por la vida sin un propósito definido; con la actitud correcta una persona puede desarrollarse, aprovechar las oportunidades que encontrará o descubrirá, lograr los objetivos o metas que se fije, alcanzar el éxito y la felicidad.

Con actitud positiva se podrá solucionar con mayor facilidad los problemas que seguramente se encontrarán durante la jornada de nuestra vida. La actitud positiva brinda optimismo, permitirá que las preocupaciones no nos afecten y cambiará las ideas o pensamientos negativos que afloren a nuestras mentes en circunstancias adversas y las reemplazará por pensamientos constructivos y creativos. Si nosotros adoptamos como parte de nosotros mismos una actitud positiva será mucho más fácil ver el lado bueno de las cosas y esperaremos siempre lo mejor.

¿Cómo se manifiesta la actitud positiva en el diario accionar? ¿Cómo es que una persona con actitud positiva enfrenta a los retos que encontrará en la ruta hacia su plena realización? Una persona con actitud positiva tendrá siempre un pensamiento positivo, un pensamiento creativo y constructivo buscando soluciones o alternativas ante los problemas, optimismo permanente y automotivación para lograr las metas que se ha propuesto, persistencia, constancia, confianza en sí mismo, fe, esperanza y gran autoestima.

La actitud positiva lleva hacia la felicidad y al éxito. Cuando al observar las cosas de la vida se aprecia siempre el lado positivo, la vida misma será más agradable, más brillante. Esta actitud no sólo se reflejará en la persona misma sino en todo lo que le rodea, en su casa, familia, relaciones interpersonales en el trabajo, con los amigos y en todo su entorno.

¿Cuál es la diferencia entre una actitud positiva y una actitud negativa? Con actitud negativa se dirá: no se puede hacer, es muy difícil, es imposible lograrlo, no se puede. Con actitud positiva se dirá: sí se puede hacer, sí se puede lograr, sí se puede. Decida a tener una actitud positiva y verá el gran cambio. Todo parecerá más fácil y podrá ver más oportunidades donde antes quizás veía sólo problemas.

El pensamiento positivo es una actitud mental que admite solamente pensamientos, palabras, imágenes favorables para su crecimiento y desarrollo personal en las diferentes áreas de la vida. Es una actitud mental que espera sólo lo bueno en todo lo que se emprenda. Es por eso que una persona con actitud mental positiva irradia confianza y logra resultados favorables. Para alcanzar el éxito y ser feliz hay que tener actitud mental positiva. La actitud mental positiva tiene una enorme fuerza ya que todo lo que pensamos lo podemos lograr.

El Dr. Wayne Dyer, renombrado autor y expositor en el campo del autodesarrollo, en su libro Cambie sus pensamientos y cambie su vida expresa: “el estado de su vida no es otra cosa que el reflejo de su estado mental”, y Ralph Waldo Emerson, filósofo estadounidense: “El mismo mundo, para dos mentes diferentes, es el cielo o el infierno”. Lo que una persona piensa, eso es.

viernes, 28 de enero de 2011

Las relaciones interpersonales son importantes para tener éxito

En todas las actividades en las que participamos todos los días de nuestra existencia, ya sea en casa, en el trabajo, cuando hacemos ejercicio, practicamos algún deporte o en cualquier otro momento tenemos alguna relación con alguna otra persona. La realidad es que cuando esa relación es buena y efectiva nos permite tener una sensación agradable que nos enriquece y nos permite vivir la vida en mayor plenitud.

Cualquiera que sea nuestra situación actual de acuerdo a la etapa de nuestra jornada en la que estamos viviendo, las relaciones interpersonales juegan un rol sumamente importante para nuestra propia realización personal así como para la realización de los demás. De ahí que conscientemente debemos tratar de mejorar la efectividad de nuestras relaciones.

La mayoría de las personas que trabajan pasan más tiempo en sus lugares de trabajo que en cualquier otro lugar, de ahí que es necesario que las relaciones interpersonales que tenemos en nuestros centros de trabajos sean sólidas y productivas. Todos sabemos cuán importantes y trascendentes son las relaciones con nuestro cónyuge, hijos, padres, hermanos y amigos ya que son esas relaciones, las que a través de los años, nos sustentan, alienta, motivan y son necesarias e imprescindibles para nuestro bienestar general.

Brian Tracy, experto motivador que asesora y capacita para el desarrollo de personas y empresas, expresa: “Ochenta por ciento de las satisfacciones de la vida provienen de importantes relaciones”.

Para tener éxito, tanto en lo personal y familiar como en nuestras actividades profesionales y sociales, debemos tener presente que todas las relaciones que creamos y cultivamos son esenciales.

Al Ritter, en su libro The 100% Principle – The secret of great relationships (El Principio del 100% - El secreto de grandes relaciones), expresa: “Que muchas veces las personas basan sus relaciones con otras en el juicio que hacen de ellas, que pueden ser positivas o negativas”. “Que para que las relaciones sean productivas debemos dar más y esperar menos. Cuando hacemos esto nuestros corazones se liberan de juicios negativos y nuestra felicidad y efectividad se multiplican más allá de lo que pareciera posible”.

Debemos tener presente que nosotros somos los responsables de cómo son nuestras relaciones interpersonales. Lógicamente que hay factores externos que influyen en la calidad de nuestras relaciones con otras personas pero debemos ser conscientes que con nuestro carácter y actitud podemos hacer que esas relaciones sean favorables.

En todos nuestros actos debemos tener en mente ese legado fundamental que hemos heredado de nuestra cultura occidental cristiana a la que se ha denominado la regla de oro de la convivencia humana: “hacer a otros lo que queremos que nos hagan y no hacer a otros lo que no desearíamos que nos hagan”.

Es muy importante que en todo momento reconozcamos y apreciemos la dignidad de la otra persona y que al tratarla bien recibiremos en reciprocidad un buen trato y de esta manera nuestra relación será beneficiosa para ambos. Teniendo también presente que debemos dar más y esperar menos.

Para tener buenas relaciones hay que persistir en ser amable en el trato con otras personas, no esperar nada en retorno y no permitir que lo que diga o haga la otra persona nos afecte. Nosotros somos los que tenemos control sobre nuestra actitud y nuestras reacciones. Por supuesto, que esto es más fácil decirlo que hacerlo pero tenemos que ser conscientes que depende únicamente de nosotros que las relaciones con otras personas sean efectivas y beneficiosas para ambos. El 100% de la responsabilidad es nuestra.

Lógicamente, hay ciertas circunstancias (que esperemos sean mínimas) cuando lo descrito anteriormente no funciona o no se aplica. Se podría citar, como ejemplo, cuando el comportamiento de la otra persona es intolerable tal como actos en contra de la ética o moral. Dependiendo de la situación, en ciertos casos, sería mejor no tener relaciones con esa persona por sus efectos tóxicos.

Una de las relaciones que debemos fomentar y alentar es el de la amistad. La amistad es el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y fortalece con el trato. La amistad, que se da en las distintas etapas de la vida, es una de las relaciones interpersonales más comunes que tenemos. La amistad nace cuando se tiene algo en común con otra persona.

Una de las más bellas relaciones de amistad es con aquellos con quienes se han compartido tiempo y experiencias durante los años escolares, los años de formación académica o profesional en algún instituto o centro de enseñanza, en algún trabajo en particular o cuando se lleva a cabo algo que es común para ambos.

Muchas veces pueden haber pasado muchos años entre un encuentro y otro, pero cuando la ocasión se presenta inmediatamente se reaviva ese noble sentimiento. Ahora, gracias a los grandes avances de Internet es posible retomar contacto con los amigos sin importar dónde se encuentren y el intercambio es muy rápido.

La amistad es un valor que debemos cuidar y fomentar ya que es muy importante para nuestro desarrollo, nuestra estabilidad así como para mejorar nuestra sociedad. La verdadera amistad es una relación desinteresada donde existe confianza, respeto mutuo, generosidad, lealtad, sinceridad, fidelidad, comprensión, honestidad y afecto los cuales son valores que nos permiten autorrealizarnos, desarrollar nuestro potencial, vivir la vida a plenitud y ser felices.

En resumen, las relaciones que tenemos y mantenemos con otras personas son decisivas para obtener el éxito y la felicidad.