Todos tenemos la esperanza que este Nuevo Año nos brinde salud, amor, alegría y felicidad. Relativamente hablando el 2017 pasó rápidamente.
El Nuevo Año es uno de los pocos acontecimientos que se celebran alrededor del mundo. Es una de las festividades más antiguas. En Babilonia, hace unos 4,000 años, ya se celebraba el inicio del Nuevo Año.
Hay diferentes costumbres para la celebración de la llegada del Nuevo Año. Las tradiciones comunes incluyen fiestas en clubes, en hogares, comer platos especiales o frutas, mirar fuegos artificiales y hacer una lista de las cosas por hacer en el Nuevo Año.
En Estados Unidos, una de las más emblemáticas tradiciones es la bajada de la bola gigantesca en la ciudad de Nueva York, en Times Square, al inicio de la medianoche.
Quizás, el acto más importante que hacemos es el de establecer nuestras metas u objetivos a lograr en el Nuevo Año que empieza. Para poder lograr lo que deseamos tenemos que establecer claramente nuestras metas u objetivos.
Las metas, a cualquier edad, nos permiten dar dirección y tener un propósito en nuestras vidas. Esta es una de las grandes afirmaciones que nos permite seguir disfrutando de esta maravillosa jornada en este mundo.
Durante este año que está por empezar debemos seguir la recomendación del poeta y filósofo estadounidense Ralph Waldo Emerson: “Escriba en su corazón que cada día será el mejor día en el año”.
Otro excelente consejo es de la autora Melody Beattie: “El nuevo año está en frente de nosotros, como un capítulo de un libro que espera sea escrito. Podemos ayudar escribiendo esa historia estableciendo metas”.
Vivamos cada día del 2018 de la mejor forma posible en espíritu de gratitud, amor, respeto y servicio hacia nuestra familia, amigos y a todos en general.
El inicio de cada año es la mejor oportunidad para recordar los bellos momentos pasados y dar gracias por todo lo bueno que hemos recibido. La gratitud es un sentimiento que nos hace más saludables.
Con este Nuevo Año, algunos de nosotros tenemos que ser conscientes que con los años se producen ciertos cambios físicos y psicológicos. Sin embargo, con optimismo, esperanza, ejercicio físico y socializando, independientemente de nuestra edad, podemos ayudar a nuestro cerebro y cuerpo resistir esos cambios y continuar disfrutando al máximo nuestra vida.
El ser optimista es un imperativo acerca de nuestro futuro, que debe ser siempre lleno de esperanza y expectativas. Debemos recordar que la vida es corta y frágil, por lo tanto debemos disfrutar nuestra jornada cada día.
Hay numerosos estudios que concluyen que las personas optimistas son más felices y viven más que los pesimistas. El optimismo es el componente emocional que hace posible que prospere la esperanza.
Deseo compartir el primer párrafo del hermoso poema acerca del Año Nuevo escrito por William Arthur Ward:
“Otro Nuevo Año está aquí…
¡Otro año para vivir
Para desterrar la preocupación, la duda y el miedo,
Para amar y reír y dar!”
