Creo que con la acumulación de calendarios todos
sentimos cierta disminución de nuestras facultades físicas y mentales. Sin
embargo, pienso que todos debemos continuar disfrutando de la vida a plenitud
durante toda nuestra permanencia en este bello mundo.
Recientes estudios realizados en diversas
universidades e instituciones concluyen que es posible seguir disfrutando de la
vida a plenitud, a cualquier edad, si mantenemos una actitud mental positiva
con optimismo y realizamos actividades físicas y mentales.
Según el filósofo estadounidense William James,
profesor de psicología en la Universidad de Harvard, la actitud es sumamente
importante. William James, expresó: “el mayor descubrimiento de mi generación
es que el ser humano puede cambiar su vida cambiando su actitud mental”.
Por lo tanto, nuestra actitud, en cualquier
momento de nuestras vidas es extremadamente importante.
Charles “Chuck” Swindoll, nacido en 1934, pastor
evangélico, autor, educador y predicador cuyo programa radial se propaga en más
de 2,000 estaciones de radio en todo el mundo, escribió un bello poema acerca
de la Actitud. A continuación, relato algunas frases de su poema.
“Cuanto más vivo, más me doy cuenta de la
importancia de la actitud en la vida”. “La actitud, para mí, es más importante
que los hechos. Es más importante que el pasado, que la educación, que el
dinero, que las circunstancias, que los fracasos, los éxitos, de lo que otras
personas piensen, digan o hagan”. “Puede desarrollar o deshacer una empresa,
una iglesia, un hogar”. “Lo notable es que tenemos una elección cada día con respecto
a la actitud que adoptaremos ese día”. “Estoy convencido de que la vida es un
10% de lo que me pasa y el 90% de cómo reacciono ante eso. Y así es también con
usted. Cada uno de nosotros está a cargo de su propia actitud”.
Debemos ser conscientes que cada uno de nosotros
tiene total control de su propia actitud. Nuestra actitud modela nuestra
existencia. Podemos elegir ser optimistas o pesimistas. Nuestro optimismo o
pesimismo define la manera de cómo interpretamos el pasado, la manera de cómo
enfrentamos el presente y la manera de cómo imaginamos el futuro.
Tanto el optimismo como el pesimismo tienden a ser
profecías que se cumplen por sí mismas. La persona optimista encontrará que
generalmente le sucederán cosas buenas. La persona pesimista encontrará que a
menudo le sucederán cosas no muy buenas.
Hay numerosos estudios que indican que los
optimistas tienen mejor salud y viven más tiempo y que el pesimismo contribuye
a la enfermedad.
El Dr. Martin E. P. Seligman, PhD,
profesor de psicología en la Universidad de Pennsylvania, indica que las
personas optimistas son más felices que las pesimistas. La Dra. Becca Levy,
PhD, profesora de psicología en la Universidad de Yale expresó que se
sorprendió encontrar que la característica psicológica como la felicidad puede
ser un indicador del tiempo de vida.
Depende de nuestra actitud pensar que
cosas buenas nos van a suceder en cada situación. Debemos rechazar todo
pensamiento negativo o pesimista.
Para envejecer bien tanto física como mentalmente, la clave es tener una actitud positiva y ser optimista. El optimismo es una gran fuerza.