Como vivo en un condominio para “jóvenes mayores de 55 años”, en Sunrise, al sur de Florida, me impresiona siempre cuando al encontrarme con amigos en el campo de golf o en alguna de las sesiones de Line Dancing, que después del saludo de cortesía inicial me expresan: “Estoy feliz de estar hoy aquí disfrutando este día” o “Gracias a Dios estoy aquí”. ¡Son hermosas expresiones de gratitud!
En todos los casos, estas personas tienen una gran actitud hacia la vida y me dan la impresión que están disfrutando cada minuto durante esta maravillosa jornada, especialmente en esta etapa de nuestras vidas.
Por esta razón he hecho un poco de investigación acerca de la gratitud, gracias a Internet, y he leído numerosos artículos y publicaciones de la Universidad de Massachusetts – Dartmouth, Universidad de California – Berkeley y la Universidad de California – Riverside y otros.
La gratitud, el agradecimiento o apreciación es una emoción o actitud positiva en reconocimiento de un beneficio recibido o que se va a recibir. Históricamente, la gratitud ha sido el enfoque de diversas religiones y filósofos moralistas. Sin embargo, solo recientemente ha empezado el estudio de la gratitud dentro de la psicología y estudios recientes sugieren que la gratitud tiene especial relación con el bienestar.
Robert A. Emmons, Ph.D., profesor en la Universidad de California – Berkeley, editor fundador de The Journal of Positive Psychology, autor de numerosos libros, que incluye Thanks! How the New Science of Gratitude Can Make You Happier (¡Gracias! Cómo la nueva ciencia de la gratitud puede hacerlo más feliz) es el líder científico y experto en gratitud revela por qué la gratitud es buena para nuestros cuerpos, nuestras mentes y relaciones interpersonales. Como resultado de sus numerosos estudios sobre la gratitud muestra que algunos de los beneficios son:
Físico
• Sistema inmunológico más fuerte
• Menos propenso a molestias y dolores
• Menos presión arterial
• Hacen más ejercicio y cuidan mejor su salud
• Duermen más y se sienten bien al despertar
Psicológico
• Mayores niveles de emociones positivas
• Más alerta, más vivo y más despierto
• Disfrutan más
• Más optimismo y felicidad
Social
• Más generoso y compasivo, propenso a ayudar más
• Perdona más
• Más extrovertido
• Se siente menos solo y aislado
Los beneficios sociales son muy significativos porque, después de todo, la gratitud está íntimamente relacionada con las relaciones interpersonales.
Barbara Held, profesora de psicología y estudios sociales en Bowdoin College, en Maine, expresa que la gratitud maximiza la felicidad de múltiples maneras.
Sonja Lyubomirsky, profesora de psicología en la Universidad de California, Riverside, ha efectuado investigaciones científicas y concluye que la gratitud incrementa la posibilidad de una persona a ser más feliz al brindar más emociones positivas, más empatía, tener más esperanza y energía. Las personas agradecidas tienen más inclinación hacia la religiosidad y espiritualidad.
En una publicación de la Universidad de Massachusetts, en Dartmouth, se indica que la gratitud brinda, entre otros, los siguientes beneficios:
1. La gratitud nos permite celebrar el presente. Magnifica las emociones positivas.
2. La gratitud bloquea las emociones tóxicas y negativas, tales como la envidia, el resentimiento y la lamentación que son emociones que pueden destruir nuestra felicidad.
3. Las personas agradecidas son más resistentes al estrés.
4. Las personas agradecidas tienen un mayor sentido de la autoestima.
Considero que para comprender mejor el valor y el poder de la gratitud es bueno leer algunos pensamientos que expresan la importancia de la gratitud como una vía para incrementar la calidad de vida. Algunos de esos pensamientos son:
“Cuando usted se despierte en la mañana, piense que es un precioso privilegio el estar vivo, de poder respirar, pensar, disfrutar, amar”. Marco Aurelio.
“La gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás”. Marco Tulio Cicerón.
“Seamos agradecidos con las personas que nos hacen felices ya que ellos son los encantadores jardineros que hacen que nuestras almas florezcan”. Marcel Proust.
Melody Beattie, una admirada escritora estadounidense de libros de autoayuda expresa: “La gratitud nos permite descubrir la plenitud de la vida. Convierte lo que tenemos en suficiente y más. Convierte la negación en aceptación, el caos en orden, la confusión en claridad. Convierte una comida en un festín, una casa en un hogar, un extraño en un amigo. La gratitud hace sentido a nuestro pasado, brinda paz al presente y crea una visión para el mañana”.
La gratitud es una actitud. La gratitud es un hábito. Es un hábito que podemos cultivar para vivir la vida a plenitud y ser felices. Seamos agradecidos cada día de nuestra existencia. Hay gran poder en la gratitud.
lunes, 17 de marzo de 2014
sábado, 1 de marzo de 2014
Para lograr las metas se necesita pasión y dedicación
Cada cuatro años todos tenemos la oportunidad de ver y apreciar competencias deportivas gracias a las Olimpiadas. Es sumamente reconfortante ver como atletas de prácticamente todos los países del mundo se reúnen para competir y nosotros podemos ver lo que pueden hacer dichos deportistas en su afán de destacar en sus respectivas pruebas.
Desde muy joven me ha interesado ver las Olimpiadas de verano, posiblemente porque me he sentido atraído particularmente por el atletismo. Me vienen a la memoria momentos en los que he participado en pruebas de velocidad representando a mi club de barrio, el Universal Chorrillos, al CMLP, EMCH y posteriormente en la Ecole Militaire de Saint-Cyr, en Francia.
Recién en los últimos años he tenido oportunidad de apreciar las Olimpiadas de invierno como la que acaba de realizarse en Sochi, Rusia. Considero, sin ningún ánimo de establecer comparaciones, que los atletas que participan en la mayoría de las competencias de los deportes de invierno requieren de una mayor preparación física, dedicación, perseverancia, fortaleza mental y anímica ya que las pruebas se realizan a mayor velocidad y el riesgo está inminente en casi todos los eventos.
Solo por mencionar un ejemplo, fascinante para mí, han sido los estadounidenses Meryl Davis y Charlie White que ganaron la medalla de oro en patinaje artístico sobre hielo en Sochi con una demostración de extraordinaria calidad. Hace cuatro años ganaron la medalla de plata en las Olimpiadas en Vancouver, Canadá. Meryl y Charlie son pareja de baile desde hace 17 años. Ellos empezaron a ser pareja de patinaje desde cuando tenían 10 años de edad. ¡Realmente algo extraordinario!
En nuestra búsqueda de qué es lo que debemos hacer para lograr éxito en las actividades que nos propongamos es apropiado analizar lo que han hecho los deportistas, hombres y mujeres, que participan en las Olimpiadas representando, con orgullo, a sus respectivos países para lograr mejorar sus propios rendimientos personales y, de ser posible, ganar una medalla de oro, plata o bronce como premio a sus esfuerzos.
Para poder sobresalir en lo que hacemos tenemos que tener una verdadera pasión y una gran dedicación.
La pasión se inicia mediante un gran deseo de lograr algo, un sueño que se quiere convertir en realidad. Hay que poder determinar con la mayor claridad posible lo que queremos lograr mediante metas y concentrarnos para poder focalizar nuestras acciones.
Todo se inicia en nuestra mente, con un sueño. Debemos soñar y seguir soñando. Hay increíbles posibilidades en la vida que debemos transformarlas en oportunidades para después convertirlas en realidad. Recordemos siempre que los límites los ponemos nosotros mismos. Poco a poco nosotros veremos con claridad qué es lo que queremos en las diferentes áreas de la vida. Es importante mantenernos focalizados en lo que queremos para concentrar nuestros esfuerzos y medios.
En cuanto a la dedicación, básicamente, podríamos afirmar que ésta está compuestas de un plan, el empezar y la perseverancia.
Una vez que hemos establecido nuestra meta o metas tenemos que fijar un plan. Este plan debe ser, también, lo más específico posible para lograr lo que nos hemos propuesto. Sin un plan determinado estaremos a la deriva o sujetos a las circunstancias externas. Recordemos que este plan debe estar por escrito.
El siguiente componente es empezar. Se debe tener el coraje de empezar. Esto puede parecer muy simple; es cierto así como es algo simple es también profundo. Hay muchas personas que tienen grandes sueños, a veces tienen planes pero nunca toman la decisión de empezar. Hay que empezar. Toda gran jornada se inicia con un primer paso. Hay que empezar.
El otro componente es la perseverancia. Es indudable que se encontrarán trabas, obstáculos y dificultades en nuestro recorrido. La pregunta no es si vamos o no encontrar dificultades sino cómo es que vamos a actuar positivamente para superar esa dificultad. Debemos perseverar tenazmente y proseguir hasta convertir nuestros sueños en realidad pese a los obstáculos o a las opiniones de otras personas.
En resumen, podríamos decir que para poder realizarnos y vivir con calidad nuestra vida, como los grandes deportistas de las Olimpiadas, debemos considerar que debemos:
1. Soñar grandes sueños
2. Establecer metas
3. Tener una verdadera pasión
4. Establecer un plan de acción
5. Concentrar esfuerzos
6. Empezar
7. Perseverar
Al transformar nuestros deseos en sueños y en metas, hasta convertirlas en una verdadera pasión, y haciendo todo lo que sea necesario con dedicación y perseverancia lograremos vivir una vida a plenitud buscando el éxito en todo lo que nos propongamos.
Desde muy joven me ha interesado ver las Olimpiadas de verano, posiblemente porque me he sentido atraído particularmente por el atletismo. Me vienen a la memoria momentos en los que he participado en pruebas de velocidad representando a mi club de barrio, el Universal Chorrillos, al CMLP, EMCH y posteriormente en la Ecole Militaire de Saint-Cyr, en Francia.
Recién en los últimos años he tenido oportunidad de apreciar las Olimpiadas de invierno como la que acaba de realizarse en Sochi, Rusia. Considero, sin ningún ánimo de establecer comparaciones, que los atletas que participan en la mayoría de las competencias de los deportes de invierno requieren de una mayor preparación física, dedicación, perseverancia, fortaleza mental y anímica ya que las pruebas se realizan a mayor velocidad y el riesgo está inminente en casi todos los eventos.
Solo por mencionar un ejemplo, fascinante para mí, han sido los estadounidenses Meryl Davis y Charlie White que ganaron la medalla de oro en patinaje artístico sobre hielo en Sochi con una demostración de extraordinaria calidad. Hace cuatro años ganaron la medalla de plata en las Olimpiadas en Vancouver, Canadá. Meryl y Charlie son pareja de baile desde hace 17 años. Ellos empezaron a ser pareja de patinaje desde cuando tenían 10 años de edad. ¡Realmente algo extraordinario!
En nuestra búsqueda de qué es lo que debemos hacer para lograr éxito en las actividades que nos propongamos es apropiado analizar lo que han hecho los deportistas, hombres y mujeres, que participan en las Olimpiadas representando, con orgullo, a sus respectivos países para lograr mejorar sus propios rendimientos personales y, de ser posible, ganar una medalla de oro, plata o bronce como premio a sus esfuerzos.
Para poder sobresalir en lo que hacemos tenemos que tener una verdadera pasión y una gran dedicación.
La pasión se inicia mediante un gran deseo de lograr algo, un sueño que se quiere convertir en realidad. Hay que poder determinar con la mayor claridad posible lo que queremos lograr mediante metas y concentrarnos para poder focalizar nuestras acciones.
Todo se inicia en nuestra mente, con un sueño. Debemos soñar y seguir soñando. Hay increíbles posibilidades en la vida que debemos transformarlas en oportunidades para después convertirlas en realidad. Recordemos siempre que los límites los ponemos nosotros mismos. Poco a poco nosotros veremos con claridad qué es lo que queremos en las diferentes áreas de la vida. Es importante mantenernos focalizados en lo que queremos para concentrar nuestros esfuerzos y medios.
En cuanto a la dedicación, básicamente, podríamos afirmar que ésta está compuestas de un plan, el empezar y la perseverancia.
Una vez que hemos establecido nuestra meta o metas tenemos que fijar un plan. Este plan debe ser, también, lo más específico posible para lograr lo que nos hemos propuesto. Sin un plan determinado estaremos a la deriva o sujetos a las circunstancias externas. Recordemos que este plan debe estar por escrito.
El siguiente componente es empezar. Se debe tener el coraje de empezar. Esto puede parecer muy simple; es cierto así como es algo simple es también profundo. Hay muchas personas que tienen grandes sueños, a veces tienen planes pero nunca toman la decisión de empezar. Hay que empezar. Toda gran jornada se inicia con un primer paso. Hay que empezar.
El otro componente es la perseverancia. Es indudable que se encontrarán trabas, obstáculos y dificultades en nuestro recorrido. La pregunta no es si vamos o no encontrar dificultades sino cómo es que vamos a actuar positivamente para superar esa dificultad. Debemos perseverar tenazmente y proseguir hasta convertir nuestros sueños en realidad pese a los obstáculos o a las opiniones de otras personas.
En resumen, podríamos decir que para poder realizarnos y vivir con calidad nuestra vida, como los grandes deportistas de las Olimpiadas, debemos considerar que debemos:
1. Soñar grandes sueños
2. Establecer metas
3. Tener una verdadera pasión
4. Establecer un plan de acción
5. Concentrar esfuerzos
6. Empezar
7. Perseverar
Al transformar nuestros deseos en sueños y en metas, hasta convertirlas en una verdadera pasión, y haciendo todo lo que sea necesario con dedicación y perseverancia lograremos vivir una vida a plenitud buscando el éxito en todo lo que nos propongamos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)