Un optimista es aquella persona que tiende a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable. Las personas que son optimistas generalmente esperan el mejor resultado en cada situación.
La Dra. Suzanne Segerstrom, PhD, profesora de psicología en la Universidad de Kentucky, que ha realizado extensos estudios sobre los beneficios de la actitud positiva y el optimismo, autora de varios libros y publicaciones expresa: “El esperar resultados positivos es saludable para el bienestar de la persona”. “La felicidad es un sentimiento; el optimismo es la creencia que los aspectos de su futuro serán buenos. Las cosas buenas suceden a todas las personas, pero los pesimistas muy a menudo no lo notan. Es bueno hacer lo que los optimistas hacen; trabajar fuerte para lograr sus metas. Cada logro hace más fácil tener una expectativa positiva para lograr la próxima meta”.
El Dr. Martin E.P. Seligman, PhD, psicólogo, profesor en la Universidad de Pennsylvania, autor de numerosos libros relacionados con psicología y autoayuda expresa: “Los optimistas tratan de evitar los malos eventos y escapan de ellos”. También concluye que las personas optimistas son más felices que los pesimistas.
La Dra. Becca Levy, PhD. Directora de la División de Ciencias Sociales y de Comportamiento en la Universidad de Yale y que ha recibido numerosos reconocimientos de universidades y fundaciones por sus estudios e investigaciones sobre gerontología y psicología del envejecimiento expresa: “Que el optimismo contribuye a la buena salud y que el pesimismo contribuye a la enfermedad”.
Charles R Swindoll, educador, pastor evangélico cristiano, autor de más de 30 libros, que predica a través de la radio y su programa se trasmite en más de 2,000 estaciones, radicado en Plano, Texas, expresó lo siguiente: “Cuanto más vivo, más me doy cuenta del impacto de la actitud en la vida. La actitud, para mí, es más importe que los hechos. Es más importante que el pasado, la educación, el dinero, las circunstancias, los fracasos, los éxitos, lo que las otras personas piensen, digan o hagan. Es más importante que la apariencia, inteligencia o habilidad. Puede construir o destruir una compañía o un hogar. Lo más remarcable es que tenemos una elección cada día con relación a nuestra actitud que tendremos ese día. No podemos cambiar el hecho que las personas actuarán de cierta manera. No podemos cambiar lo inevitable. Lo único que podemos hacer es tocar música con la única cuerda que tenemos, y esa es nuestra actitud. Estoy convencido que la vida es 10 por ciento de lo que me pasa y el 90% de cómo reacciono a lo que me pasa. Y también es con usted. Nosotros tenemos control de nuestra actitud”.
William James, el psicólogo y pragmático filósofo estadounidense, expresó: “El más grande descubrimiento de mi generación es que el ser humano puede cambiar su vida cambiando las actitudes de su mente”.
El optimismo y el pesimismo son, básicamente, actitudes. Nuestra actitud da forma e influye en nuestra vida. Como nosotros tenemos total control sobre nuestra actitud depende de nosotros mismos elegir si somos optimistas o pesimistas. Nuestro optimismo o pesimismo definirá la manera de cómo nosotros interpretamos el pasado; la manera de cómo vemos el presente y la manera cómo imaginamos el futuro.
El pesimismo nos limitará siempre al impedir que veamos con claridad y objetividad los problemas que encontremos, aumenta la preocupación y el estrés y fácilmente se trasmite a las personas que están en nuestro entorno.
A continuación compartiré algunos contrastes entre el optimismo y el pesimismo.
El optimismo nos da energía para vivir cada día con entusiasmo y energía; el pesimismo drena nuestra energía. El optimismo es una fuerza multiplicadora.
El optimismo motiva e inspira a todos los que están alrededor de nosotros; el pesimismo los desmotiva y desalienta.
El optimismo y el pesimismo, ambos, son profecías que se cumplen por sí mismas. Si eres optimista generalmente encontrarás que te sucederán cosas buenas. Si eres pesimista encontrarás que a menudo te sucederán cosas no muy buenas.
Desde hace mucho tiempo se hace una pregunta para determinar si una persona es optimista o pesimista. “¿Si tienes un vaso de agua que está exactamente a la mitad, el vaso está medio lleno o medio vacío?”. La mejor respuesta es que el vaso está medio lleno y medio vacío. Sin embargo, nos sentiremos mejor si pensamos que está medio lleno.
Ser optimista significa que enfrentaremos los problemas de la vida sabiendo que con el esfuerzo necesario vamos a solucionarlos y que lograremos nuestras metas. El optimismo nos da la fuerza necesaria para sobreponernos a cualquier dificultad que encontremos.
En conclusión, debemos elegir ser optimistas y positivos para poder tener una mejor salud, más actividad física, una vida más larga y fructífera y ser felices durante toda nuestra jornada en este hermoso mundo en que vivimos.
lunes, 2 de febrero de 2015
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EXCELENTE MI QUERIDO PEDRO.....LA SUPERACIÓN DEL FÍSICO EN UNA PERSONA ES DIFÍCIL DE DE SUPERAR Y ESTE JOVEN PASÓ DE LA DEPRESIÓN A LA PORMALIDAD, CON MUCHO VALOR Y CORAJE. GRACIAS.
ResponderEliminarEXCELENTE
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