Mientras dure nuestra jornada en este mundo debemos – en todo momento – dar gracias por las maravillas que nos brinda la naturaleza que podemos observar y disfrutar dependiendo del lugar y la estación en que nos encontremos. En un artículo anterior comenté sobre la gran abundancia que hay también en el mundo.
La vida la vivimos una sola vez y debemos vivirla a plenitud. La vida es bella, es una bendición. Es un don inigualable que recibimos de Dios. Debemos estar atentos para apreciar la belleza que podemos encontrar en nuestro alrededor; como la salida o puesta del sol; los colores que a veces apreciamos en el firmamento; el arco iris; la hermosura de una luna llena; un magnífico cielo con estrellas; los colores de las plumas de las aves; la variedad de peces en el mar y en los ríos; los cambios de las estaciones con sus follajes característicos solo por mencionar algunas de estas maravillas naturales.
Otra de las grandes maravillas naturales que he podido disfrutar es la migración de las aves e insectos. La migración es la compleja habilidad que tienen ciertas especies de viajar miles de kilómetros con precisión y en forma natural.
La migración de las aves e insectos que viajan enormes distancias sin ningún mecanismo de orientación es algo que me ha atraído. Considero que es una de las grandes atracciones de la naturaleza y de la vida.
Sabemos que desde hace más de 3,000 años se ha hecho mención a la observación de la migración de aves. Aristóteles, Homero, Hesíodo y Heródoto han escrito sobre este extraordinario fenómeno.
Cuando tuvimos oportunidad de vivir en Houston (Texas) y en Bartlesville (Oklahoma) pudimos observar la migración de diferentes especies.
En Houston vimos a las Golondrinas Púrpuras, la golondrina más grande de Norteamérica que alcanza los 18 a 22 cm de longitud. Fue sorprendente ver a las aves exploradoras que son los que llegan primero a su destino. Lo que es realmente increíble, para mí, es que llegan al mismo lugar donde tuvieron sus nidos anteriormente; en especial son casitas especiales de madera que las personas colocan en sus jardines. Hay varios organismos y asociaciones que fomentan la conservación y el cuidado de las golondrinas púrpuras durante su estadía en Estados Unidos.
Cuando estuvimos en Bartlesville, cada fin de semana manejábamos a varias ciudades de los estados de Kansas, Missouri, Arkansas y Alabama para ver jugar fútbol a nuestro hijo menor en el campeonato nacional inter-universidades.
En uno de esos viajes tuvimos la ocasión de ver a miles de majestuosos Gansos Canadienses volar en perfectas formaciones en V. Los estudiosos indican que volar en formación en V les permite ahorrar energía. Volaban a gran velocidad (cercana a los 100 km/h). Los gansos canadienses pueden volar día y noche y viajar largas distancias.
¡El ver volar a miles de gansos canadienses en perfecta formación en V es un espectáculo maravilloso
Durante otro de nuestros viajes estuvimos debajo, literalmente, de millones de mariposas Monarca, consideradas por muchos como el rey del mundo de los insectos, que migraban hacia el sur para escapar del frío. Las mariposas Monarca usan los mismos árboles cada año pero – algo sumamente curioso y muy interesante – no son las mismas mariposas.
Tuvimos que estacionarnos al borde de la carretera para apreciar esta otra extraordinaria maravilla de la naturaleza.
Un día nos dimos cuenta que en el portal de nuestra casa en Bartlesville había dos pequeñas golondrinas que habían establecido su nido; estuvieron poco tiempo y poco después continuaron su viaje, probablemente a San Juan de Capistrano, California, donde es tradicional que las golondrinas pasen un buen tiempo durante su migración. Fuimos muy afortunados de tener a estas hermosas pequeñas aves como huéspedes
Nuestra experiencia con la migración de aves e insectos ha sido muy hermosa. La apreciamos como una de las grandes maravillas naturales que nos ofrece nuestro mundo.
miércoles, 15 de abril de 2015
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