En esta etapa de nuestras vidas, debemos estar felices
de seguir disfrutando de esta maravillosa vida. La felicidad está en nosotros y
depende de nuestros pensamientos y actitud.
La felicidad
ha sido reconocida desde hace mucho tiempo como una parte fundamental de la
salud y el bienestar.
La
"búsqueda de la felicidad" incluso se contempla como un derecho
inalienable en la Declaración de Independencia de Estados Unidos de América.
Ser feliz tiene un gran impacto en nosotros. Se ha demostrado que la felicidad predice resultados positivos en muchas áreas de la vida, como el bienestar mental, la salud física y la longevidad en general.
Cuando estamos felices, tenemos emociones positivas como optimismo, orgullo, alegría y significado en nuestras vidas como conexión, gratitud, compasión y satisfacción con la vida.
Aristóteles
dijo: “La felicidad es el sentido y el propósito de la vida, todo el objetivo y
el fin de la existencia humana”,
El
psicólogo Martin E.P. Seligman, precursor de la psicología positiva moderna,
sugiere que hay cinco elementos fundamentales para encontrar la felicidad:
emociones positivas (incluye sentimientos de alegría y satisfacción),
compromiso (conexiones psicológicas), relaciones (estar socialmente integrado),
significado (tener un sentido de propósito) y el logro.
Algunas
señales de felicidad incluyen: Sentir que estás viviendo la vida que deseas.
Sentir que las condiciones de tu vida son buenas. Disfrutar de relaciones
positivas y saludables con otras personas. Sentir que has logrado (o lograrás)
lo que deseas en la vida. Sentirte satisfecho con tu vida. Sentirte positivo
más que negativo. Cuidarse a uno mismo y tratarte con amabilidad y compasión.
Desear compartir tu felicidad y alegría con los demás. Sentir gratitud.
Los
estudios demuestran que las personas que tienen una actitud positiva tienen más
probabilidades de adoptar comportamientos saludables y hacer ejercicio
regularmente.
Tener
sentimientos positivos aumenta la resiliencia. La resiliencia ayuda a las
personas a superar el estrés y a recuperarse mejor ante los contratiempos.
Cultivar
relaciones sólidas. El apoyo social es esencial para el bienestar. Diversas
investigaciones han demostrado que las buenas relaciones sociales son el mejor
predictor de la felicidad.
Hay muchos
estudios sistemáticos que concluyen que el ejercicio es muy bueno para nuestro
cuerpo y mente ayudando a aumentar los sentimientos de felicidad.
La búsqueda
de la felicidad es fundamental en el campo de la psicología positiva. Las
investigaciones demuestran que quienes están rodeados de personas felices
tienen mayor probabilidad de ser felices.
Un estudio
reveló que sonreír aumenta la sensación de felicidad. La risa tiene el
potencial de reducir la ansiedad y la depresión.
Las
investigaciones sugieren que las personas felices son naturalmente más
optimistas. Tienen mayor probabilidad de tener una perspectiva positiva de las
cosas y son menos propensas a verse envueltas en pequeños desacuerdos.
Las
personas felices tienden a ver lo mejor de los demás, así como el lado positivo
de cada situación. Son menos escépticos o desconfiados.
La
felicidad no es solo una emoción que nos hace sentir bien. Es un estado de
ánimo que influye positivamente en todos los aspectos de nuestra vida.
Para ser
feliz, hay que tener fe, confianza, optimismo, esperanza, actitud mental
positiva y concentrase en el presente. El pasado ya pasó y el futuro no está
garantizado.
Para ser felices debemos apreciar la belleza y la simplicidad de cada momento. La felicidad está al alcance de todos. Depende de nuestra actitud. ¡Sé feliz y disfruta la vida!