El optimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable y el pesimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable.
Hay numerosas investigaciones sobre el optimismo que concluyen que el optimismo contribuye a la buena salud y puede extender nuestra vida, mientras que el pesimismo contribuye a la enfermedad.
El Dr. Martin E.P. Seligman, Ph.D., director del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pennsylvania, es considerado como el “fundador de la psicología positiva”, cuyo objetivo es contribuir que el mundo sea más feliz, autor de numerosos libros sobre la felicidad, resiliencia y bienestar. La Psicología Positiva es el estudio científico de las fortalezas que permiten a las personas y comunidades a prosperar. Se basa en la creencia que las personas quieren llevar una vida significativa y satisfactoria, que quieren cultivar lo mejor de ellas mismas y mejorar sus experiencias en el amor, trabajo y en el juego. El Dr. Seligman expresa: “Las personas optimistas son más felices que los pesimistas” y “Los optimistas tratarán de evitar y escapar de los eventos negativos”.
La Dra. Becca Levy, Ph.D., directora de la División de Ciencias Sociales y del Comportamiento, profesora de psicología de la Universidad de Yale, expresa: “que tuvo gran sorpresa de encontrar que una característica psicológica como la felicidad puede ser un indicador de la longitud de la vida”.
Nosotros tenemos la capacidad de elegir, en todo momento, en pensar en lo peor que puede pasar o pensar en las buenas cosas en cada situación. El optimismo es una fuerza en la vida. Es el valor que nos ayuda a enfrentar los obstáculos y dificultades con buen ánimo y que nos permite descubrir lo positivo de las personas y las circunstancias, realza la confianza en nosotros mismos y nos permite continuar con perseverancia hasta lograr las metas que nos hemos propuesto.
El optimismo y el pesimismo son iguales ya que ambos son profecías que tienen la tendencia a realizarse por sí mismas. Si usted es un optimista, encontrará que continuamente le suceden cosas buenas. Y, si es un pesimista, seguramente se encontrará a menudo en situaciones que no son tan buenas.
A continuación mencionaré El Credo del Optimista, cuyo autor es Christian Daa Larson, autor de varios libros sobre la importancia de la actitud así como la gran fuerza interna que tenemos todas las personas. The Optimist Creed fue publicado, en 1922, en su libro Your Forces and How to Use Them y ha sido utilizado para inspirar y motivar a jugadores así como a pacientes en hospitales.
Me Prometo a mí mismo:
*Ser tan fuerte, que nada pueda perturbar mi paz interior.
*Hablar de salud, felicidad y prosperidad a toda persona con la que me encuentre.
*Hacer sentir a mis amigos que hay algo maravilloso en cada uno de ellos.
*Mirar el lado bueno de todas las cosas y así hacer de mi optimismo una realidad.
*Pensar solo en lo mejor, trabajar solo por lo mejor y esperar solo lo mejor.
*Ser tan entusiasta por el éxito de los demás, como lo soy con el mío.
*Olvidar los errores del pasado y continuar hacia los grandes logros del futuro.
*Tener un semblante alegre en todo momento y regalarle una sonrisa a cada persona que conozca.
*Dedicar todo el tiempo a mejorarme a mí mismo, que no me dé tiempo para criticar a los demás.
*Ser demasiado grande para preocuparme, demasiado noble para tener cólera, demasiado fuerte para tener miedo y demasiado feliz para permitir la presencia de problemas.
*Pensar bien de mí mismo y proclamar este hecho al mundo no solo con palabras, sino con grandes acciones.
Pongamos en práctica El Credo del Optimista, de Christian D. Larson, para que nuestra actitud sea de optimismo con la finalidad de tener fe, pensamientos positivos y esperanza para que nuestra vida sea saludable y de bienestar, disfrutar plenamente de nuestra jornada en este maravilloso mundo y lograr ser felices.
martes, 30 de junio de 2015
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