“Usted es el milagro más grande del mundo”. Og Mandino.
“No creo que Dios nos ha puesto en este mundo para ser ordinarios”. Lou Holtz.
“Nuestro deber, como hombres y mujeres, es proceder como si no existieran límites a nuestras habilidades. Todos somos colaboradores en la creación”. Pierre Teilhard de Chardin.
Usted es una obra maestra; todo su ser es una verdadera obra de arte, es la obra maestra de la naturaleza y de la humanidad que en usted se ha logrado y refinado.
Esto cierto, es real. Usted y yo, todas las personas, somos una maravillosa obra de arte. Somos únicos, no hay ni habrá otra persona igual en el mundo. Por supuesto, nosotros somos hechos a imagen y semejanza de Dios y por lo tanto poseemos igualmente una fuerza interior extraordinaria, un potencial sin límites que depende solo de cada uno de nosotros para ponerlo en acción en el momento en que queramos.
Como muy bien lo dijo Og Mandino, autor de numerosos libros de motivación y del best seller El vendedor más grande del mundo: “Usted es el milagro más grande del mundo. ¡Qué maravilla! Es extraordinario, es un milagro.
Usted, al ser una obra de arte, tiene todo lo necesario para crear de su vida una extraordinaria obra maestra. En todo momento, con nuestros pensamientos, palabras y acciones creamos nuestra experiencia. Usted es el creador de su propia realidad que puede ser extraordinaria si usa su potencial, imaginación y sus habilidades.
Nuestros pensamientos juegan un rol muy importante en crear esta obra de arte que es nuestra propia vida. El filósofo y psicólogo Dr. William James manifestó: “Crea que la vida vale la pena vivirla a plenitud y su creencia le ayudará a que se convierta en realidad”.
La vida se vive una sola vez y debemos vivirla a plenitud. Usted es el artista que posee todo lo necesario para ser lo que usted quiere ser y para realizar lo que quiere realizar. La vida es bella, es una bendición. Es un don inigualable que recibimos de Dios.
La vida es como una orquesta y Dios nos ha dado, a usted y a mí, la batuta para que dirijamos nuestras propias vidas. Nosotros somos los que controlamos los tonos, los tiempos, el ritmo, los acordes y la intensidad de la música de los diferentes instrumentos. Hagamos de nuestras vidas una bella sinfonía llena de armonía, con sonidos hermosos y riqueza de sentimientos.
La vida es como un libro con páginas en blanco y Dios nos ha dado el lápiz y la inspiración para llenar esas páginas con pensamientos y acciones que nosotros mismos elegimos. Escribamos nuestras propias vidas, una historia de logros sucesivos, de permanente desarrollo personal, de amor, felicidad, éxito, con optimismo, fe y esperanza y con muchos sueños por realizar.
La vida es como un cuadro por pintar y Dios nos da la inspiración, la imaginación y el pincel para pintar con absoluta libertad, usando los colores y matices que deseemos. Pintemos nuestras propias vidas como una pieza maestra, bella, única, que nadie nunca podrá jamás igualar.
La vida es una obra de arte y usted yo somos los artífices para convertir en realidad nuestras propias ideas y pensamientos mediante la voluntad y acción. Vivamos la vida a plenitud dando de sí lo mejor que podamos. Tengamos en todo momento presente que está en nosotros, en nuestro interior, en nuestro espíritu, en nosotros mismos aquella fuerza extraordinaria que nos puede llevar al éxito y a la felicidad. Usted y yo poseemos todo, en nuestro propio ser, para hacer de nuestras vidas una verdadera obra de arte. La vida es bella.
La vida es demasiado importante como para permitir que se desperdicie un solo día. Usted es especial, una obra de arte, y por eso no puede permitir que pase un solo día sin lograr todo lo que sea posible de acuerdo a su potencial.
Usted tiene el poder de una vida única y hermosa en sus manos. Usted ve las cosas que nadie más ve, y por eso tiene la obligación de dar valor y significado a lo que ve.
Usted es demasiado bueno para poner basura tóxica en su cuerpo o en sus pensamientos. Usted es demasiado bueno para estar resentido o desanimado.
Vivamos la vida a plenitud dando de sí lo mejor que podamos. Tengamos en todo momento presente que está en nosotros, en nuestro interior, en nuestro espíritu, en nosotros mismos aquella fuerza extraordinaria que nos puede llevar al éxito y a la felicidad. Usted y yo somos una obra de arte.
