sábado, 2 de abril de 2011

¡Seamos Optimistas!

William James, filósofo del pragmatismo y psicólogo estadounidense expresó: “el más grande descubrimiento de mi generación es que el ser humano puede alterar su vida si altera la actitud de su mente”.

Charles R. Swindoll, notable pastor y autor de más 30 libros, una vez manifestó: “Cuanto más tiempo vivo, más me doy cuenta del impacto de la actitud en la vida. La actitud, para mí, es más importante que los hechos. Es más importante que el pasado, que la educación, que las circunstancias, que los fracasos, que el éxito, que lo que otras personas piensen o hagan. Es más importante que la apariencia, inteligencia o las habilidades. Puede hacer o destruir una compañía o un hogar. Lo más importante es que todos tenemos la posibilidad de elegir cada día con respecto a la actitud que vamos a tener durante ese día. Nosotros no podemos cambiar el hecho de cómo actuarán otras personas ante algún evento. Nosotros no podemos cambiar lo inevitable. Pero sí podemos hacer uso de lo que tenemos. Lo único que sí podemos tener control es sobre nuestra actitud. Estoy convencido que la vida es el 10 por ciento de lo que me sucede y el 90 por ciento de la forma cómo reacciono ante esos eventos. Y, por supuesto, también lo es para usted. Nosotros tenemos control sobre nuestra actitud”.

Por lo tanto, nosotros tenemos total control sobre nuestra actitud. Nosotros podemos elegir ser optimistas o pesimistas. El optimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable y el pesimismo es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable.

Hay numerosos estudios que muestran que los optimistas viven más tiempo así como también que el optimismo puede extender nuestra vida. “Los optimistas tratarán de evitar y escapar de los eventos negativos” y que “las personas optimistas son más felices que los pesimistas”, dice Martin E.P. Seligman, psicólogo de la Universidad de Pennsylvania. La Dra. Becca Levy, psicóloga social de la Universidad de Yale, expresa que tuvo gran sorpresa de encontrar que una característica psicológica como la felicidad puede ser un indicador de la longitud de la vida. Las investigaciones sobre este tema también concluyen que el optimismo contribuye a la buena salud y el pesimismo contribuye a la enfermedad.

El optimismo y el pesimismo, básicamente, son actitudes. Las actitudes forman toda nuestra existencia. Nuestro optimismo o pesimismo define la manera cómo interpretamos el pasado; la manera cómo experimentamos y vemos el presente; y la manera como imaginamos nuestro futuro.

Gottfried Wilhelm Leibniz, matemático y filósofo alemán (Siglo XVII), que desarrolló el cálculo infinitesimal y redefinió el sistema binario numérico, base de la computación digital, como filósofo se caracterizó por su optimismo y sobre la importancia del optimismo en nuestras vidas.

A continuación indico algunas de las diferencias entre el optimismo y el pesimismo.
 El optimismo inspira vida cada día; mientras que el pesimismo desanima y desalienta.

 El optimismo le ayuda a tomas riesgos; mientras que el pesimismo busca la total seguridad y nunca se logra mucho.

 El optimismo mejora a todos los que están a su alrededor; mientras que el pesimismo los deprime.

 El optimismo inspira a las personas a realizarse y a lograr grandes cosas; el pesimismo disminuye las aspiraciones de las personas.

 El optimismo y el pesimismo son iguales ya que ambos son profecías que tienen la tendencia a realizarse por sí mismas. Si usted es un optimista, encontrará que continuamente le suceden cosas buenas. Y, si es un pesimista, seguramente se encontrará a menudo en situaciones que no son tan buenas.

Nosotros tenemos la capacidad de elegir, en todo momento, en pensar en lo peor que puede pasar o pensar en las buenas cosas en cada situación. El optimismo es una fuerza en la vida. El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar los obstáculos y dificultades con buen ánimo, nos permite descubrir lo positivo de las personas y las circunstancias, realza la confianza en nosotros mismos y nos permite continuar con perseverancia hasta lograr las metas que nos hemos propuesto.

¿Qué podemos pensar sobre ese clásico ejemplo, si el vaso está medio vacío o medio lleno? Parecería que la mejor respuesta es que el vaso está medio lleno y medio vacío; pero nosotros estamos mejor si pensamos que el vaso está medio lleno.

En conclusión, nosotros podemos elegir ser optimistas y positivos para tener una vida más saludable, más activa, lograr más, ser felices y disfrutar plenamente durante toda nuestra maravillosa jornada en este hermoso mundo. ¡Seamos optimistas!

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