martes, 16 de agosto de 2011

Somos lo que son nuestros pensamientos

Nosotros somos lo que pensamos que somos y estamos donde estamos debido a nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos crean nuestro presente, nuestro futuro, nuestra realidad. Los pensamientos positivos crean resultados positivos; lamentablemente también es cierto que pensamientos negativos crean resultados negativos.

Debemos tener siempre presente que nuestros pensamientos son los que nos hacen cómo somos. Todo, absolutamente todo, se genera primero en nuestra mente. Nadie puede ser o llegar a ser algo que no ha pensado. Si tenemos pensamientos de grandeza y optimismo, seremos grandes y optimistas. Si tenemos pensamientos mediocres y pesimistas, seremos mediocres y pesimistas. De ahí que es importante que pensemos en todo momento positivamente. Nuestros pensamientos y nuestra actitud mental son los que determinan nuestro destino.

Marco Aurelio, filósofo y emperador romano, en sus Meditaciones expresó: “nuestras vidas son la obra de nuestros pensamientos”. Soren Kierkegaard, teólogo y filósofo danés, dijo: “Nuestra vida siempre expresa el resultado de nuestros pensamientos dominantes”. Ralph Waldo Emerson, filósofo estadounidense, expresó: “una persona es lo que piensa que es”. Buda (Siddharta Gautama), príncipe indio fundador del budismo, igualmente expresó: “todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado”. Es decir, a través de todos los tiempos y en diferentes lugares se ha reconocido el gran poder que tienen nuestros pensamientos.

Es por eso que tenemos que ser conscientes que el poder del pensamiento juega un rol determinante en la calidad de la vida que deseamos vivir. Estudios recientes en el ámbito de la medicina concluyen que muchas de las enfermedades y dolencias de los seres humanos tienen su origen en la mente. Mi amigo y compañero de promoción, el Dr. José Manuel Huamán Elera, experto en medicina psicosomática, hace poco me comentó que de acuerdo a su experiencia muchas de las enfermedades del cuerpo son enfermedades del alma y que lo ha podido comprobar durante más de 30 años como médico. Por lo tanto, nuestros pensamientos también tienen una gran influencia sobre nuestra salud.

Todo lo que percibimos en el mundo físico tiene su origen en el mundo interno, invisible, de nuestros pensamientos y creencias. Si deseamos ser los que dirigimos nuestro propio destino tenemos que controlar nuestros pensamientos dominantes. Al hacerlo atraeremos a nuestra vida lo que escojamos ya que nuestros pensamientos crean nuestra realidad. El pensamiento es como un poderoso imán que tiene una gran fuerza de atracción o como una gran luna de aumento que atrae los rayos solares y los aumenta.

Todo, absolutamente todo lo que ha sido creado en este mundo, primero se originó en un pensamiento. Todo lo que no es natural es el resultado del poder del pensamiento. Hay innumerables ejemplos de esta realidad. Sólo en los últimos años y a una velocidad vertiginosa podemos apreciar como el poder del pensamiento ha impactado nuestro mundo. Un ejemplo de esto es el Internet. Mediante el uso cada vez más frecuente de Internet, las telecomunicaciones nos permiten estar en contacto con alguien sin tener en cuenta ni la distancia ni el tiempo y tener acceso, casi instantáneamente a archivos, bibliotecas y museos del mundo.

La fuerza del pensamiento es una de las fuerzas creativas más potentes del ser humano. Todo lo que tenemos en la actualidad se generó, primero, en la mente de alguien. Conscientes de la gran fuerza de nuestros pensamientos, de esa gran energía, edifiquemos nuestra vida con pensamientos positivos, optimistas, de esperanza, de confianza, de salud, de alegría y de felicidad.

Cambie sus pensamientos y usted cambia su mundo, esto es una realidad.

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