lunes, 1 de abril de 2013

Desarrollemos nuestra inteligencia emocional

Daniel Goleman, psicólogo estadounidense que se graduó de PhD en la Universidad de Harvard, expresa que cuando en 1990 era reportero de ciencias para The New York Times criticó un artículo publicado por los psicólogos John Mayer y Peter Salovey quienes fueron los primeros que formularon el concepto de “inteligencia emocional”. En esos años, el concepto del coeficiente intelectual era el que predominaba como uno de los estándares de excelencia en la vida. Esta nueva forma de pensar lo cautivó y se dedicó intensamente a realizar estudios científicos para determinar cómo las emociones son reguladas en el cerebro.

En 1995, Goleman publicó su libro Emotional Intelligence (Inteligencia emocional), que se convirtió rápidamente en un best seller y popularizó el término de inteligencia emocional.

Goleman manifiesta que ha sido una de sus más grandes sorpresas el impacto que ha tenido la inteligencia emocional en el mundo empresarial, particularmente en las áreas de liderazgo y de desarrollo de personal. The Harvard Business Review la ha calificado como una de las ideas más notables e influyentes en el mundo empresarial de la década.

¿Qué es la inteligencia emocional? La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer nuestras propias emociones, comprender su significado y entender que las emociones de uno mismo afectan a las personas que están a nuestro alrededor. La inteligencia emocional también involucra la percepción que se tiene de otras personas y que cuando se entiende lo que las otras personas sienten nos permite manejar nuestras relaciones de una manera más efectiva.

Goleman expresa: "Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad".
Según Goleman la inteligencia emocional tiene los siguientes elementos: conocimiento de sí mismo, control de sí mismo, automotivación, empatía y sociabilidad.

El conocimiento de sí mismo, quizás el elemento más importante, nos permite conocer nuestras emociones y manejarlas de acuerdo a la situación y no permite que nuestras emociones dirijan nuestras vidas. Nos permite incrementar nuestra confianza en nosotros mismos. Nos permite, asimismo, conocer nuestras fortalezas y debilidades para trabajar sobre ellas.

El control de nosotros mismos o autocontrol, nos permite controlar nuestras emociones e impulsos. Nos permite pensar antes de actuar para no hacer algo en forma impulsiva. Nos permite controlar nuestra ira o nuestras reacciones ante situaciones imprevistas o desagradables. Nos permite actuar en forma reflexiva, íntegra, aceptar el cambio con comodidad y nos permite decir no cuando estamos en desacuerdo.

La automotivación es fundamental para tener la motivación interna que nos impele a establecer metas y planes y realizar las acciones necesarias hasta lograr lo que nos hemos propuesto. Nos permite establecer metas a corto, mediano y largo plazo así como aceptar resultados parciales sin perder de vista nuestros grandes objetivos.

La empatía quizás sea el segundo elemento más importante de la inteligencia emocional. La empatía es la habilidad de identificar y entender los puntos de vista, necesidades y lo que quieren las personas que están alrededor de nosotros. La empatía es sumamente importante para las buenas relaciones con nuestro cónyuge, hijos, familiares, amigos y colegas. Con empatía tendremos la capacidad real de escuchar a las otras personas y comprenderlas. Con adecuada empatía no seremos propensos a juzgar rápidamente a las otras personas.

La sociabilidad es la habilidad para tener buenas relaciones con otras personas. Generalmente permite tener buena comunicación con otras personas y aptitud para trabajar en equipo.

Conscientemente debemos desarrollar estas habilidades para tener la adecuada inteligencia emocional que nos permita tener éxito en nuestras relaciones personales y familiares así como en el trabajo. Para ser un buen líder, en cualquier nivel, debemos tener una inteligencia emocional desarrollada.

Las personas con elevada inteligencia emocional suelen ser socialmente equilibradas, extrovertidas, alegres, sin preocupaciones, con capacidad para comprometerse con las causas y las personas, adoptan responsabilidades, tienen vida emocional apropiada, se sienten contentas con ellas mismas, con sus semejantes y con el entorno social donde actúan.

En resumen se puede decir que la inteligencia emocional enfatiza la importancia de las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona cuando se enfrenta a momentos difíciles y tareas importantes y que es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos. La inteligencia emocional se puede desarrollar.

Las personas con inteligencia emocional desarrollada generalmente logran las metas que se proponen porque tienen en cuenta, fundamentalmente, la importancia de las relaciones interpersonales en la vida.

La inteligencia emocional es uno de los factores más importantes para lograr el éxito personal y profesional; determina la calidad de las relaciones humanas y la productividad. Debemos, por lo tanto, desarrollar nuestra inteligencia emocional para hacer uso al máximo de nuestro potencial para lograr el éxito y la felicidad y así vivir la vida a plenitud.

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