miércoles, 2 de mayo de 2012

Use afirmaciones para lograr sus metas

El uso de afirmaciones es otra de las técnicas mentales importantes con las que se puede programar nuestro subconsciente para el desarrollo personal y la autorrealización. Una afirmación es una declaración positiva de lo que se cree es verdad y se quiere vivir con ella. Una afirmación es un pensamiento positivo que se repite para convertir en realidad algo que se desea. Lo que se dice es lo que se obtiene. Este sencillo pensamiento pone en evidencia la fuerza que tienen nuestros pensamientos. Cuando se usa una afirmación con repetición espaciada se logra implantar ese mensaje en nuestro subconsciente y se convierte en una poderosa fuerza que produce los resultados que se están deseando. Cada pensamiento que pensamos y cada palabra que decimos es una afirmación. Nuestro diálogo interior o lo que nos decimos a nosotros mismos es una corriente de afirmaciones. Subconscientemente con nuestras palabras y pensamientos estamos creando nuestra propia experiencia a cada momento. Como las palabras tienen mucha fuerza, se usan palabras en las afirmaciones. Es por eso que es muy importante usar siempre palabras positivas y desechar las negativas. Las palabras positivas de amor, esperanza, ánimo, confianza y optimismo pueden elevar a una persona a las cumbres más altas. Las palabras negativas de odio, frustración, pesimismo, desánimo o vulgaridad pueden hundir a una persona a un abismo muy profundo o pueden destrozarla. ¿Cómo trabajan las afirmaciones? Las afirmaciones trabajan en base a los siguientes principios: • Lo que se obtiene en la vida o lo que se es, está en directa relación con lo que se cree, es decir con nuestros pensamientos o nuestras creencias • Si cambiamos nuestros pensamientos, cambiamos nuestra realidad • Nuestros pensamientos se expresan a través de la palabra escrita o hablada • Son emocionales. Actúan directamente sobre el aspecto emocional Las técnicas del uso de afirmaciones se han usado desde hace siglos. Todos, en alguna forma, usamos o hemos usado afirmaciones en forma consciente o inconsciente. Los proverbios o refranes se van transmitiendo de generación en generación. Lo que muchas veces sucede es que los proverbios o refranes que usamos tienen una connotación negativa y por eso limitan nuestra capacidad de imaginar, crear, asumir riesgos y de lograr cosas de gran trascendencia. Cualquier idea que una persona se repita a sí misma, ya sea falsa o verdadera, acabará por creer en ella y asimilarla. Ralph Waldo Emerson, gran filósofo estadounidense expresó: “Una persona es lo que piensa que es”. Si alguna persona se repite: “Yo no soy bueno para las matemáticas”, esa persona no debe sorprenderse que efectivamente no sea buena para las matemáticas. La persona que se repite: “Yo siempre me olvido de las cosas”, no se debe sorprender que efectivamente se olvide de las cosas. Si alguien se repite: “a mí las cosas no me salen bien”, no debe sorprenderse que efectivamente las cosas le salgan mal. Las afirmaciones afectan tanto al físico como a la actitud mental. Si una persona se repite “me siento enfermo o creo que estoy enfermo”, seguramente se enfermará más rápidamente que aquella que se dice “me siento bien”. Las afirmaciones son muy poderosas. En un estudio se llegó a la conclusión que aproximadamente 75 por ciento de las personas que se hacen ver por un médico sufren de alguna dolencia sicosomática inducida por pensamientos negativos. El psicólogo y farmacéutico francés Émile Coué introdujo el método de la psicoterapia y de la superación personal basado en la autosugestión positiva. Es decir mediante el uso de afirmaciones. Las afirmaciones que usamos, en forma consciente o subconsciente, se convierten en profecías que se cumplen por sí mismas. Tanto las afirmaciones positivas como las negativas funcionan. Ambas son efectivas. Por lo tanto debemos usar sólo afirmaciones positivas. Mediante el uso correcto de las afirmaciones podremos obtener lo que nos proponemos. Hay que tener cuidado con lo que se piensa porque puede ser una realidad. Entre los beneficios del uso de afirmaciones, además de otros, se pueden mencionar los siguientes: • Cuando se usan apropiadamente, las afirmaciones pueden cambiar la actitud o el comportamiento • Pueden cambiar el pensamiento negativo en positivo • Ayudan a mantener la concentración • Ayudan a lograr las metas Para que las afirmaciones sean efectivas se debe usar la primera persona del singular, el yo. Deben estar en el tiempo presente. Deben ser positivas. Deben ser concisas y específicas. Hay que escribir las afirmaciones en tarjetas para poder leerlas en cualquier momento. Es probable que al inicio habrá que luchar contra el consciente y contra el escepticismo. Es “casi” normal que existan dudas. Lo que sí es cierto, es real, es que las afirmaciones funcionan. ¡Sí funcionan! La fuerza de las afirmaciones es real. Pienso que uno de los ejemplos más claros sobre el uso de las afirmaciones es la del boxeador Muhammad Ali (antes Cassius Clay). Él decía y repetía: “¡Yo soy el mejor!” (I am The Greatest!). De tanto decir y repetir se llegó a convertir en el mejor y más grande pugilista y deportista del mundo y así fui reconocido en la inauguración de las Olimpiadas de Atlanta, EE.UU., en 1996. Otro ejemplo de afirmación es la que usaba W. Clement Stone, autor de numerosos libros sobre el pensamiento positivo, que es la siguiente: “¡Hoy me siento bien, me siento feliz, me siento formidable!”. Como la efectividad de las afirmaciones es real, repita las afirmaciones hasta que se conviertan en un hábito. Use afirmaciones constantemente para lograr sus metas.

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